“Tu palabra me fue por gozo”
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16).
Hace unos años leí en CNN un ingenioso artículo escrito por John Blake, que se titulaba: “En realidad, eso no está en la Biblia”. Blake citó al entrenador de fútbol americano Mike Ditka, que cuando fue despedido de su equipo dijo: “Como dicen las Escrituras: ‘Todas las cosas pasarán’ ”. Una frase muy citada también por la gente es: “Dios dice en su Palabra: ‘Ayúdate que yo te ayudaré’ ”.
Incluso los expertos en teología pueden citar declaraciones que no están en las Sagradas Escrituras. Steven Bouma-Prediger, un profesor de Religión del Hope College, en Míchigan, suele citar 2 Vacilaciones 4:3; y para su sorpresa son muchos los que no se dan cuenta de que no existe un libro bíblico con ese nombre. El rabino Rami M. Shapiro dice que “la mayoría de las personas que profesan un profundo amor por la Biblia nunca han leído el libro”.⁴⁶
Leer la Biblia ha de ser una experiencia continua, diaria y gozosa. Hablando de la lectura del libro sagrado, Moisés dijo: “Lo tendrá consigo y lo leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová, su Dios, guardando todas las palabras de esta Ley y estos estatutos, y poniéndolos por obra” (Deut. 17:19). Los creyentes de Tesalónica “todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba” (Hech. 17:11, NVI). No deberíamos descuidar la lectura de la Biblia y aceptar cualquier dicho popular como “palabra de Dios”, solo porque armoniza con nuestras propias percepciones.
En Deuteronomio 29:29, leemos: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová, nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta Ley”.
¿Qué es lo que nos pertenece? ¡Las cosas reveladas! ¿Y dónde está esa revelación divina? ¡En la Palabra de Dios! Sí, las Escrituras nos pertenecen, son para nosotros, para nuestros hijos, para que las pongamos en práctica en nuestro diario vivir. Jeremías entendió esto al escribir: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jer. 15:16). Que el gozo y la alegría de leer, meditar y poner en práctica los consejos bíblicos sea una realidad en cada uno de nosotros.
46 John Blake, “Actually, that’s not in the Bible”, CNN (cnn.com, 10 de marzo de 2017).
