Viernes 12 de Agosto de 2022 | Matutina para Jóvenes | La mano abierta de Dios

La mano abierta de Dios

«Abres tu mano, y con tu buena voluntad satisfaces a todos los seres vivos». Salmo 145: 16

Anteriormente hemos hablado de la pirámide de las necesidades del psicólogo Maslow. Esta pirámide explica por qué algunas necesidades, como la comida, son las que más nos suelen preocupar. También explica por qué Dios promete en varias partes de su Palabra que él proveerá para nuestras necesidades físicas. Se acercaba el fin del mes y ella, como buena ama de casa, sabía que su alacena se estaba quedando vacía. En circunstancias normales esto no era un problema, pero en este caso sí porque ella sabía que el próximo mes no tendrían salario.

Debido a algunos gastos que no estaban presupuestados, habían tenido que hacer anticipo de dinero para poder pagar las obligaciones. Por lo que le pidió a Dios que supliera todas las necesidades de la familia.

Aquella mañana juntó todo lo que encontró en la cocina y se dispuso a hacer el almuerzo, pero no tenía aceite. Buscó en todas sus carteras y bolsos y fue reuniendo las monedas que aparecieron. Revisó la cantidad y decidió caminar hasta el almacén. Cuando llegó, se sorprendió al ver una gran cantidad de botellas de aceite amontonadas. Era una nueva marca que estaba haciendo su entrada al mercado. Más sorprendente aún era el precio de lanzamiento. Gozosamente compró una botella y con el producto le entregaron una boleta para participar en un programa de incentivos que entregaría varios artículos para el hogar como premio.

Llegó el día de pago y ya no tenía nada en su despensa. Por la tarde sonó el teléfono y, al levantarlo, le dijeron que era la feliz ganadora del programa de incentivos. La escuché contar el testimonio con su rostro cargado de emoción y gratitud. Vendió los premios y logró suplir para su familia.

Dios colma de bendiciones a todo ser viviente. Su mano está abierta para proveer lo impensable. «El gran Dios, que provee para los seres humanos y las bestias, extiende su mano y suple las necesidades de todas sus criaturas» (Elena G. de White, El camino a Cristo, p. 186).

Cualquiera que sea tu necesidad física, emocional, espiritual o material, @Dios está al tanto de ella, así que puedes presentar esas necesidades delante de él con plena confianza. Su mano está abierta para derramar bendiciones abundantes.

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