La carta de Jesús
«Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna»
(Juan 3: 16, NTV).
¿Sabes lo mucho que te amo? ¡Pienso en ti constantemente! Me la paso haciendo planes para tu vida, para darte regalos y bendiciones mucho más grandes de lo que puedas imaginar (ver Juan 3: 16-17; Jer. 29: 11; Efe. 3: 20; Isa. 55: 8-9). Tú eres mi hija y me perteneces doblemente: yo te formé y te redimí. Eres tan importante para mí, que preferí morir a vivir sin ti (Isa. 43:1, 4; Col. 1:13-14; Gál. 3:13). Porque yo morí por ti, eres libre de toda condenación. No me voy a acordar de tus errores, ni te voy a echar en cara tus pecados, porque morí precisamente para hacerlos desaparecer (Efe. 1:7; Isa. 43: 25; 2 Cor. 5:19; Juan 3: 17). Quiero que mi aceptación y amor incondicional te den la fuerza que necesitas para dejar atrás el pasado, tu dolor y tus pecados, y para vivir una vida diferente y plena conmigo Juan 8:11; Rom. 2: 4; 6: 15-18).
El camino no siempre será sencillo, así que te prometo esto: cuando me llames, responderé; cuando me busques con un corazón sediento, me encontrarás (no juego a las escondidas; quiero que me encuentres). Si me lo permites, voy a mudarme a tu corazón para que vivamos siempre juntos y nunca más me extrañes (Jer. 29: 12-13; Juan 14: 23; Apoc. 3: 20). ¿Sabes lo mucho que te amo? ¡No me canso de decírtelo!
Mi amor por ti es eterno e inmutable. ¡Nada puede cambiarlo! Ni tus acciones, ni tus omisiones. Ni lo que otros piensan de ti, ni lo que piensas de ti misma. Aun si me abandonaras, yo nunca dejaría de amarte. Cuando tú sufres, yo sufro, como un padre por su hijo (Jer. 31: 3; Rom. 8: 35-39; Mat. 23: 37-39; Ose. 11: 1-4).
Si permaneces en mí, voy a desalojar el miedo de tu corazón. Te voy a dar una paz que no tiene sentido lógico, pero que funciona y nadie te puede robar. Te voy a dar poder para vencer los malos hábitos y paciencia para lidiar con las personas que te exasperan (1 Juan 4: 17-18; Fil. 4: 6-7;1 Juan 2: 15-17; Rom. 12: 2, Gál. 5: 22-23). Cuanto más sientas mi amor por ti, más crecerás y amarás a los demás. Mi amor brillará en tu corazón como una luz que atrae y guía a otros (Juan 13: 34-35; 15: 12; Mat. 5: 16). Hija, ¡yo te amo tanto! Por favor, no te sueltes de mi mano.
Literalmente, con todo el amor del mundo, Jesús.
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