Los detalles importan
“Si haces bien, ¿no serás aceptado?” (Génesis 4:7 p.p.).
El gran artista italiano Miguel Ángel fue arquitecto, escultor y pintor. Demoró mucho tiempo en dar los últimos toques a una de sus obras más famosas. Cierto amigo que lo visitaba casi todos los días le preguntaba siempre: “¿Qué has hecho hoy?” A lo cual el maestro Miguel Ángel contestaba: “Hoy he perfeccionado ese detalle en la mano”; “He mejorado la sombra en aquella arruga”; “He arreglado la luz en aquella parte del vestido”.
Un día, su amigo le dijo:
–¡Pero esas son cosas insignificantes!
–Eso es lo que tú piensas –contestó Miguel Ángel–, pero la perfección se hace de lo insignificante, parte de los detalles, de las cosas pequeñas.
La excelencia está basada en hacer bien las cosas pequeñas, ya que de esta manera las cosas grandes saldrán realmente bien. Aunque los perfeccionistas muchas veces son criticados por exagerar o dedicar tanto tiempo en detalles que los demás no ven necesarios, la Biblia dice: “Hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31). No para ser visto por los hombres, sino para Dios. Esto significa esforzarse y dedicar el tiempo que sea necesario, porque eso agrada al Señor.
Además, me gustaría que pienses: ¿Cómo te sientes cuando haces algo con esfuerzo y dedicación, y luego te felicitan?
Te sientes muy bien, ¿verdad? En la parábola de Jesús acerca de los talentos, el Señor habla de dos siervos fieles que usaron lo que se les había dado para aumentar la riqueza de su señor. Cuando el amo regresó de una larga ausencia, recompensó a sus dos siervos fieles y felicitó a cada uno de ellos por haber hecho su trabajo bien y con fidelidad. Imagínate cómo será cuando Jesús te diga, mirándote a los ojos: “Bien, buen siervo y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mat. 25:23). Como dice nuestro versículo de hoy: Si haces bien, serás aceptado.
La vida del cristiano está hecha de pequeños detalles bien hechos. Esto se aprende, y poco a poco puedes hacer un hábito de esto. Lo que haces parecerá insignificante para algunos. Otros quizás se puedan burlar, criticarte o incluso enojarse contigo. Pero, no lo olvides, esos detalles te llevarán a la excelencia.
Nina