“Reciban el reino”
“Reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo” (Mateo 25:34, DHH).
¿Por qué el tema del infierno parece ser una obsesión universal? Con independencia de que seamos católicos, protestantes, ortodoxos, mormones, testigos de Jehová, judíos, budistas, hinduistas, musulmanes, ateos o agnósticos, el infierno acaba ocupando un lugar relevante en nuestra cotidianidad. ¿Pero qué es el infierno? De acuerdo con un estudio publicado por el Pew Research Center, el 58 % de los estadounidenses cree que el infierno es un lugar “donde las personas que hicieron lo malo durante su vida terrenal y murieron sin arrepentirse serán castigadas para siempre”.⁶³
La palabra griega traducida como “infierno” en el Nuevo Testamento es guéena. Dicho vocablo podría ser una transliteración del hebreo gue-hinom, “valle [del hijo] de Hinom”. Este fue el valle donde se hicieron sacrificios de niños durante el reinado de Acaz y de Manasés. Allí también se habían edificado altares para adorar a dioses ajenos. Ese gue-hinom llegó a ser conocido como el “valle de la Matanza” (ver Jer. 7:32; 19:6). El “infierno” no es un lugar de tormento, sino el nombre que se le da a la sentencia definitiva contra el pecado.
¿Por qué se insiste en defender una visión dantesca del infierno? Quizá porque muchos damos por sentado que la mejor manera de traer al pecador de vuelta al redil divino es presentándole el castigo eterno. Pero el miedo no forma parte de los elementos que Dios usa para atraernos hacia él. El Señor dice: “Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí” (Ose. 11:4, DHH). Por otro lado, Jesús declaró: “Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo” (Juan 12:32, DHH). El amor es la fuerza de atracción divina.
Ahora bien, el “infierno” no es nada importante para nosotros. Ninguno de nosotros tiene que ver algo con ese vocablo. ¿Por qué? Porque Mateo 25:41 declara que el fuego eterno “ha sido preparado para el diablo y sus ángeles”. ¿Captamos lo que está diciendo este pasaje? El fuego eterno fue diseñado para los poderes demoníacos. Para nosotros Dios ha preparado exactamente lo contrario, y muy pronto oiremos las palabras: “Reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo” (Mat. 25:34, DHH).
En la eternidad, Dios nos preparó un “reino”, no un infierno. Y la existencia de ese reino no ha de llevarnos a angustiarnos por el castigo, sino a amar su venida (ver 2 Tim. 4:8).
63 Caryle Murphy, “Most Americans believe in heaven… and hell”, Pew Research Center (10 de noviembre de 2015).