¿Quiénes dijo Jesús que son la sal de la tierra?
“Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea” (Mateo 5:13).
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¿Tienes sal en tu casa?
Seguro que si buscas en la cocina la encuentras.
La sal es un ingrediente imprescindible para cocinar.
¿Sabes de dónde procede la sal? El principal origen de la sal es el agua del mar.
¿Sabías que cada litro de agua del mar contiene treinta gramos de sal? Hay una especie de piscinas de agua del mar con muy poca profundidad que se colocan cerca del mar. A estas piscinas se las llama “salinas”.
Las salinas se inundan de agua del mar que acaba evaporándose por el calor del sol y por el viento. De modo que la sal se queda en el fondo, y cuando ya se evapora y desaparece el agua, se va amontonando la sal y se deja secar para que tú y yo tengamos sal en nuestras casas.
En los tiempos bíblicos, la sal era muy útil. Se usaba para muchas cosas, no solo para cocinar. Entre otras, para pagar el salario. Si te fijas, de la palabra “sal” procede la palabra “salario”. También se usaba para conservar los alimentos, pues no había refrigeradores.
¿Por qué crees que Jesús comparó a sus seguidores con la sal? Porque la sal es muy útil para conservarse saludable y algo sin sal no sabe a nada.
Si eres un seguidor de Jesús debes conservarte sano y fuerte, como hace la sal con los alimentos. Y tienes que dar sabor a los que te rodean, es decir, ayudar a los demás y ser un ejemplo que beneficie a los que están a tu alrededor.
Escribe en tu Diario de Oración qué significa ser la “sal de la tierra”.