Alejandro Magno
“Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).
Tal vez ya hayas escuchado hablar alguna vez de Alejandro Magno. Los libros de historia lo llaman también Alejandro el Grande. Alejandro vivió unos 300 años antes de que naciera Jesús, y fue un gran rey y valiente capitán. Como guerrero, conquistó una gran parte del mundo conocido en aquellos días, e hizo del reino macedonio un imperio grande y poderoso.
Desde joven fue tan valiente que se cuenta que su propio padre, el rey Filipo II, estaba admirado con sus logros, y le dijo: “Hijo, búscate un reino que se iguale a tu grandeza, porque Macedonia es pequeña para ti”. Con solo 16 años, quedó a cargo de todo el gobierno mientras su padre iba a la guerra.
Cuando su padre murió y Alejandro se convirtió en rey, no había ciudad que pudiera resistirse a su poder militar. Conquistaba naciones, y vencía ciudades, sin importar cuán poderosas o fortificadas estuvieran. Sus enemigos le temían, sus soldados lo seguían con fervor. Hoy, más de 2.000 años después, Alejandro Magno es considerado un genio militar por los expertos.
Pero había algo en lo que Alejandro fallaba. ¿Sabes qué? Alejandro no podía controlar su mal genio. Tenía arranques de ira que costaron la vida de varias personas. Una de ellas fue un general de su ejército y amigo personal, Cleito. Él era mayor que Alejandro, pero se cuidaban mutuamente en la batalla. De hecho, Cleito salvó la vida de Alejandro, quien lo apreciaba mucho.
Todo esto hasta un triste día en el que Cleito dijo algo que a Alejandro no le gustó. Enceguecido por la ira, borracho, e incapaz de dominarse, Alejandro arrojó una lanza directo al corazón de Cleito. Cuando más tarde pudo pensar en ello, la historia dice que Alejandro sintió mucho lo que había hecho, pero… ya era tarde.
Sin duda, ser valientes es importante, pero saber controlar nuestro carácter lo es aún más. Por algo el libro de Proverbios nos dice que es más importante cuidar nuestras reacciones que ¡conquistar una ciudad! ¿Cómo reaccionas cuando tus amigos te hacen una broma que no te gusta? ¿Puedes resistir provocaciones e incluso insultos? En otras palabras, ¿eres más valiente que Alejandro Magno?
Aunque tu nombre nunca quede escrito en los libros de historia, ten por seguro que, si puedes controlarte a ti mismo, tu nombre estará escrito en el Libro de la vida.
Cinthya