Martes 28 de Junio de 2022 | Matutina para Menores | Al control

Martes 28 de Junio de 2022 | Matutina para Menores | Al control

Al control

“Ningún hijo de Dios sigue pecando, porque los hijos de Dios viven como Dios vive. Así que no puede seguir pecando, porque es un hijo de Dios” (1 Juan 3:9, TLA).

A Sarita le encanta tanto el dulce que no puede controlarse. Le fascinan los pasteles; empieza a comerlos y no puede parar.

¿Tienes algún hábito que te controle? Un hábito son los actos o actividades que repites con frecuencia de manera natural. ¿Cómo nos controla un hábito? Hagamos de cuenta que sales a pasear y te encuentras con un elefante atado a una cuerda y entonces te preguntas: ¿Cómo un elefante tan fuerte no se escapa? ¡Ah! Porque desde pequeño lo ataron y le hicieron creer que no podía ser libre. Repitieron esto tantas veces que ahora que es grande sigue creyendo que la cuerda lo controla. Si alguna vez intentó escapar y no lo logró, piensa que jamás podrá hacerlo y no lo vuelve a intentar.

Esto ocurre en todas las áreas de tu vida. Puedes ser como el elefante, fuerte pero sujeto por las ataduras del pecado, controlado por las cuerdas de los malos hábitos. Dios hoy te recuerda que eres su hijo y tienes que vivir como él vive, sin ataduras, sin pecados. Hay un enemigo que quiere atarte y hacer que tus malos hábitos te controlen. ¡No lo permitas! Con Dios tú eres más fuerte que un elefante. ¡Vive como un hijo de Dios!

Toma el control de tu vida, vence los malos hábitos.

Empieza el día con alegría; con Dios todo es posible.

Más cosas saludables, nada de cosas dañinas.

Puedes comer cuando todos estén sentados en la mesa.

Ejercita el autocontrol, domina tus gustos y mejora tus actitudes.

Reprímete de decir palabras groseras y frases burlonas.

Ama a los demás, no te enojes, no pelees con ellos.

No comas fuera de hora, duerme lo necesario, toma agua.

Contagia tu alegría, no murmures.

Invita y anima a los demás a ser parte de un mundo mejor.

Alaba a Dios, confía en que él es quien tiene el control de todo.

Con la ayuda de Dios, Sarita puede controlar su apetito. Tú también puedes controlar tus hábitos y construir el carácter que agrade a Dios.

Magaly

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