Viernes 15 de Julio de 2022 | Matutina para Mujeres | Estrellas

Viernes 15 de Julio de 2022 | Matutina para Mujeres | Estrellas

Estrellas

“Cuenta las estrellas y llama a cada una por su nombre” (Sal. 147:4, NTV).

Mis amigas y yo estábamos acampando en una yurta (una tienda tradicional mongol), en el bellísimo condado de Devon, en Inglaterra. Una noche, una de mis amigas se despertó y comenzó a dar vueltas en su cama. Justo en ese momento, el colchón de aire que me habían prestado los dueños del camping terminó de desinflarse, así que, yo también me desperté. Estaba cansada y molesta; no había logrado dormir bien en varios días. Entre el ruido de mi amiga que daba vueltas continuamente como un lavarropa y la incomodidad de mi colchón desinflado, no conseguía volver a dormirme. Después de casi cuarenta minutos así, me di por vencida y abrí los ojos. Entonces, algo hermoso sucedió: vi una porción del cielo tachonado de estrellas. Las yurtas tienen una abertura central en el techo, el toono, que tradicionalmente se usa para permitir la salida de humo de la cocina. Esa noche, al mirar a través del toono, vi una porción del cielo que resplandecía como un medallón de diamantes. Fue una experiencia única, que no habría sido posible sin la frustración de no poder dormir.

La vida está llena de pequeñas y grandes frustraciones: perder un trabajo, hacer dieta y no bajar de peso, enfrentar problemas de pareja, o no ser invitada a una fiesta… Siempre hay algo que nos despierta del sueño perfecto que teníamos y nos enfrenta con una realidad diferente. A veces, la crisis nos asusta tanto que permanecemos quietas, con los ojos cerrados, esperando que todo vuelva a la normalidad. Esto es natural. Sin embargo, también podemos usar la oportunidad para preguntarle a Dios: “¿Dónde están las estrellas de esta situación? ¿De qué manera me permite este problema ver una porción de tu gracia que antes no conocía?” Quiero aclarar que la gracia de Dios no es un seguro contra todo riesgo; no evita todo el sufrimiento. En cambio, la gracia de Dios penetra nuestro sufrimiento por medio de cada abertura, cada rajadura y cada rendija.

Es justamente en los momentos más oscuros que podemos ver la gracia de Dios brillar con más fuerza. Como escribe Sarah Walton en su artículo “Impossible Circumstances Are Where God’s Glory Shines the Brightest”, “es en estos mismos momentos que nos vemos obligados a confiar más plenamente en la soberanía, la bondad, la fidelidad y el poder de Dios, y tenemos la oportunidad de verlo trabajar de una manera en la que solo él puede hacerlo”. Su amor nos sorprende en medio de la frustración.

Señor, abre mis ojos para que pueda ver las estrellas en medio de la oscuridad del dolor. Quiero permitir que tu amor me sorprenda en los lugares más inesperados.

Deja una respuesta