El gran engaño de la Luna
“Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos” (Mateo 24:24, NVI).
El alunizaje de una nave espacial le quitó a la Luna mucho misterio, aunque aún queda mucho más. Vivimos en una época de conocimiento y exploración. Gran parte del capricho de los años pasados ha desaparecido, y eso no es del todo malo. Pero hace siglo y medio mucha gente creía en algunas historias descabelladas sobre la Luna. Al menos durante un tiempo. Así es como sucedió.
En este día de 1835, empezaron a circular en los periódicos de los Estados Unidos historias de que se había descubierto vida en la Luna. La mayoría de los artículos eran reimpresiones del Edinburgh Journal of Science. Seguramente, una revista científica era de fiar. Los artículos decían que el doctor Andrew Grant, amigo del famoso astrónomo Sir John Herschel, había encontrado pruebas de vida en la Luna. Grant describía animales extraños como unicornios, castores de dos patas y criaturas peludas parecidas a murciélagos humanos. Los artículos describían la geografía de la Luna, incluyendo cráteres, enormes cristales de amatista, ríos caudalosos y vegetación verde. En realidad, el New York Sun, un periódico sensacionalista y barato, había publicado artículos falsos. Cuando se publicó el primero, las ventas se dispararon. ¡A los lectores les encantaban! ¿El problema? ¡Nada de eso era cierto! Y el Edinburgh Journal of Science llevaba años sin publicarse. Todo era inventado, y el doctor Grant era un personaje ficticio.
¿Quién lo hizo? Lo más probable es que el autor haya sido Richard Adams Locke, un periodista de otro diario. Las historias no estaban destinadas a ser tomadas en serio. Más bien, pretendían burlarse de artículos anteriores sobre extraterrestres, especialmente las escritas por el reverendo Thomas Dick, que una vez dijo que la Luna tenía 4.200 millones de habitantes. Pero, los lectores estaban tan ansiosos por creer que no captaron el chiste y fueron completamente engañados. Incluso los científicos de la Universidad de Yale creyeron en los informes. Finalmente, el New York Sun admitió que los artículos eran una estafa, y se refirió a ellos como “El gran engaño de la Luna”. La mayoría de los lectores pensaron que todo el asunto era gracioso, y siguieron comprando el periódico.
Antes de que Jesús venga de nuevo, “surgirán falsos” profetas que dirán que son Cristo, y “harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos”. ¿Eres uno de los elegidos? Pídale a Dios que te ayude a comprender las Escrituras hoy para que nada te engañe.
