Bendiciones condicionales
Entonces todos los pueblos verán que ustedes son el pueblo de Dios, y les tendrán miedo. Deuteronomio 28:10, TLA.
El capítulo 28 de Deuteronomio registra bendiciones y maldiciones. “Dios quería presentarles las exigencias de su ley, e imponerles la obediencia como condición previa para obtener prosperidad” (PP, p. 495). Moisés presentó las promesas y amenazas, iniciando con la condición: “Si realmente obedeces al Señor tu Dios” (vers. 1, BLPH). Luego enumeró las bendiciones en catorce versículos. Estas incluyen la vida privada y la vida nacional, la protección y sanidad de los hijos, el sustento diario, la prosperidad laboral, la victoria sobre los enemigos, la abundancia material, el éxito en cada empresa y el liderazgo sobre los demás. Las promesas fueron presentadas primero porque Dios está más interesado en bendecirte que en reprenderte. Tu prosperidad alegra el corazón del Padre celestial.
La prosperidad espiritual y material es una idea divina con un propósito evangelizador: que otros noten que tus bendiciones son gracias a tu fidelidad a Dios, y de tal manera te respeten a ti y aprendan a temer a Dios. ¿Por qué hacer las cosas a nuestro modo y no al modo de Dios, cuando la obediencia nos asegura la victoria? Fuimos creados para experimentar paz y felicidad. Dice Dios: “Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar” (Jer. 29:11, TLA).
Dios desea que prosperes, y el camino más corto para lograrlo es rendir completamente tu voluntad a la suya. Su plan para ti es la vida en abundancia: “El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos tengan vida, y la tengan abundante” (Juan 10:10, BLPH). ¿Por qué no experimentamos una vida abundante llena de paz interior?
Dios es un caballero, no te impondrá ni aun sus bendiciones. Una vida llena de grandiosas promesas te espera. El Señor aguarda pacientemente tu invitación para hacerte dueña de promesas que exceden tu imaginación: un presente y un futuro feliz.