“Sobre mucho te pondré”
“Su señor le dijo: ‘Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’ ” (Mateo 25:21, NBLA).
¿Conoces la historia de Johnny el empacador? Yo la conocí hace poco mientras leía un artículo escrito por Paul Dybdahl en la edición en inglés de la Revista Adventista. Nos cuenta Dybdahl que Barbara Glanz, una especialista en motivación, había dado una charla y luego pidió a sus oyentes que le escribieran y le contaran lo que habían hecho para mejorar la relación con sus clientes. Varias semanas después recibió una llamada: “Hola, Barbara. Soy Johnny, el empacador. Tengo síndrome de Down y te quiero contar lo que hago para marcar la diferencia en la vida de mis clientes”.
Con la ayuda de su padre, Johnny buscaba una cita impactante, la imprimía y al día siguiente le regalaba la cita a cada cliente que pasara por su mostrador. Varias semanas después, el gerente de la tienda llamó a Barbara y le comentó que la línea en la que trabajaba Johnny solía ser tres veces más larga que las demás. ¿Por qué? Porque la gente quería recibir las citas que Johnny repartía. De hecho, una señora admitió que antes iba una vez a la semana a la tienda, pero que ahora la visita tres veces a la semana porque disfruta las atenciones de Johnny.
“Los momentos más hermosos de nuestra vida –señala Dybdahl– son también historias de personas que hicieron lo que podían hacer”.¹⁵⁸ Y mientras escribo estas palabras afloran en mi mente muchos ejemplos de personas que marcaron mi vida con pequeños detalles. Incluso yo mismo puedo haber tocado la vida de alguien de manera imperceptible para mí. Una pequeña acción marca una enorme diferencia.
¿Sabes? Todos tenemos limitaciones, carencias, incapacidades; sin embargo, todos podemos hacer algo pequeño que potencialmente podría cambiar la vida de alguien. Dios busca hombres y mujeres que decidan ser fieles “en lo poco”, en lo que no sale en los titulares ni recibe likes (me gusta) en las redes sociales. Fieles en esos pequeños deberes que no reparan en popularidad ni en el aplauso de nadie. Fieles en lo que no genera la atención de nuestros semejantes.
Si tú eres de esos que son fieles “en lo poco”, Dios te promete la más grande recompensa: “Sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mat. 25:21, NBLA).
158 Paul Dybdahl, “You Are Not a Bird”, Adventist Review (noviembre de 2021), p. 54.
Amen