La verdad sobre los tiburones
“Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” Juan 8:32.
A mi nieto Tommy y a mí nos encanta ir a un acuario gigante llamado Acuario del Pacífico, en California, Estados Unidos. Empezamos visitando la sección con leones marinos y focas, porque nos encanta oír sus bocinazos y verlos chapotear en el agua. Nunca nos cansamos de ver y aprender sobre estos juguetones animales. Luego vamos a una piscina donde podemos tocar estrellas de mar y anémonas marinas, y en otro tanque hay mantarrayas que parecen disfrutar de la atención y nadan hacia los lados de la piscina.
La siguiente parada es en el tanque de tiburones. Allí, varias especies de tiburones nadan lentamente alrededor del tanque y no les importa que los toquen. ¿Te imaginas acariciar a un tiburón? Algunos son muy lisos, pero otros tienen la piel tan áspera como el papel de lija. El encuentro con tiburones es una sección especialmente importante del acuario, porque siempre se cuentan muchas mentiras aterradoras sobre los tiburones. Y, aunque es cierto que algunos tiburones han atacado a personas, la mayoría no lo hace. La mejor manera de estar a salvo es aprender la verdad sobre los distintos tipos de tiburones. Por eso, en esta sección, los trabajadores del acuario dedican mucho tiempo a hablar con los visitantes y a enseñarles los hábitos de estas criaturas marinas.
Del mismo modo que se dicen cosas equivocadas sobre los tiburones, algunas personas dicen cosas equivocadas sobre Jesús. Puede ser confuso, porque algunos piensan que a Jesús le gusta castigarte si haces algo mal, y otros piensan que a Jesús no le importamos en absoluto. Por eso, leer la Biblia puede ser como una búsqueda del tesoro para descubrir la verdad sobre Jesús. Busca Juan 3:16. Este versículo y muchos otros te ayudarán a conocer la verdad sobre el amor de Jesús por nosotros.
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