Malas hierbas
“He guardado tus palabras en mi corazón para no pecar contra ti” Salmo 119:11.
Una mala hierba es cualquier planta que crece donde no debe. En un campo de maíz, las flores, por ejemplo, serían una mala hierba; y en un campo de flores, el maíz sería una mala hierba.
Si alguna vez cultivaste un huerto, sabrás que las malas hierbas pueden convertirse en un gran problema. Crecen alrededor de las plantas del huerto y hay que arrancarlas. Si no las arrancas, pronto tomarán el control. No solo tu jardín no tendrá muy buen aspecto, sino que las hortalizas y plantas buenas tendrán dificultades para crecer, porque a las malas hierbas les encanta desplazar a las plantas buenas y ocupar su lugar. Además, crecen rápido. Es una buena idea arrancar las malas hierbas del huerto todos los días. Así no crecerán demasiado y será más fácil arrancarlas.
Tu corazón y tu mente pueden ser como un jardín porque allí crecen tus pensamientos, tus hábitos y tus acciones. Pero, a veces, los pensamientos, hábitos y acciones malas se cuelan en el jardín de tu mente, y necesitan ser arrancados rápidamente para que no tomen el control y ahoguen los buenos pensamientos, hábitos y acciones.
Pídele hoy a Jesús que te ayude a cuidar el jardín de tu mente para mantenerlo limpio y libre de malas hierbas.
Vicki