Los compasivos
“Dios bendice a los compasivos, porque serán tratados con compasión” (Mat. 5:7, NTV).
Una de las mejores amigas de mi hermana es psicóloga y se ha dedicado a estudiar de forma exhaustiva la compasión en el ser humano. Con mucho entusiasmo, nos ha compartido cosas que ha ido descubriendo sobre el tema. En otras versiones, en Mateo 5:7 se usa la palabra “misericordiosos”. De todas formas, ambos adjetivos están íntimamente relacionados y son atributos del carácter divino, algo no menor si tenemos en cuenta que es algo que nosotros también podemos manifestar.
Al investigar el origen de la palabra, tal como aparece en los evangelios, nuestra amiga notó con sorpresa que la expresión usada en Mateo 9:36 implica un dolor o sensación que remueve las entrañas. Mateo dice: “Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor” (NVI).
Jesús tenía una respuesta física al dolor de las personas.
En varias investigaciones científicas, se ha estudiado la asociación de la compasión con la estimulación del nervio vago, el par craneal más largo de todos. En su recorrido, inerva diversos órganos cervicales, torácicos y abdominales. Es de vital importancia para regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial, entre otras funciones. Es gracias a él que tenemos una sensación agradable al recibir un abrazo y también el que puede generar una respuesta ante una situación que nos conmueve.
“El corazón del hombre es por naturaleza frío, oscuro y sin amor; siempre que alguien manifieste un espíritu de misericordia y perdón, no lo hace de sí mismo, sino gracias a la influencia del Espíritu divino obrando en su corazón. ‘Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero’ ” (El discurso maestro de Jesucristo, p. 25).
Al formarnos, Dios no solo nos amó, sino que instaló en nosotros un mecanismo para responder a nuestro prójimo de diversas maneras. Él nos ama con un amor entrañable, y nuestro interior puede conmoverse también ante la necesidad ajena.
¿Recuerdas historias de la Biblia en que se haya ejercitado la compasión? Dedica un rato hoy a meditar en estos ejemplos y a pensar en formas en que tú también puedes mostrar compasión.