Matutina para Adultos | Martes 16 de diciembre de 2025 | Rumores de guerras

Matutina para Adultos | Martes 16 de diciembre de 2025 | Rumores de guerras

Matutina para Adultos

«Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin» (Mateo 24: 6, NVI).

Esta frase, pronunciada por Jesús de Nazaret en el marco de una explicación a sus discípulos de sus planes para la historia de este mundo, ha sido invocada por muchos cristianos para establecer calendarios del tiempo del fin, marcados por señales que se van cumpliendo una tras otra.

Esto viene de antiguo, ya que desde la iglesia primitiva los seguidores de Jesús han estado pendientes de estas señales. Hoy, con más razones que nunca. Y es bueno estar atentos a ellas, porque algunas Jesús no las da como conclusivas. Concretamente, los rumores de guerras nos dicen que… ¡«aún no es el fin»!

Por eso me parece que no lleva a ninguna parte convertir nuestra espera de la venida de Cristo en una especie de investigación periodística sobre política internacional, intentando colocar en un orden preestablecido todas las piezas de un puzle cuya imagen global ignoramos.

Claro que todos los conflictos de este mundo nos invitan a la reflexión. Pero que la iglesia primitiva creyese cumplidas estas señales, apenas unos años después de la ascensión de Jesús, debería hacernos pensar también. Hoy los medios de información hacen posible seguir más de cerca que nunca las noticias internacionales. Sin embargo, dedicarnos a perseguir señales del fin entre la ingente cantidad de noticias a la que hoy tenemos acceso me parece menos urgente que otras cosas. Considero prioritario dedicar más esfuerzo a la predicación del evangelio, a la solidaridad con los necesitados y al establecimiento de relaciones más humanas con nuestros semejantes. Con ello haríamos de este mundo algo mejor, que es lo que siempre quiso Dios. Velar, sí, porque Jesús nos invitó a hacerlo (ver Mat. 24: 33), pero asumiendo el orden de prioridades que él nos señaló (ver Mat. 25: 31-46).

De su venida, a Jesús le interesa sobre todo el «qué». Quiere que sepamos que los males de este mundo no van a durar eternamente; que Dios pondrá fin a este estado de cosas, pero que desea que nosotros también luchemos por un mundo mejor, aunque el sufrimiento y la muerte solo desaparecerán del todo a su regreso.

Cuando nosotros, como los discípulos, nos interesamos más por el «cuándo» (ver Mat. 24: 3) y por las señales, porque somos curiosos e impacientes y no nos gusta esperar, Jesús nos exhorta a aprender a vivir velando, más atentos a Dios que a sus tiempos; más atentos a Quién esperamos, que a cuándo vendrá. Más preocupados por colaborar en el avance de su Reino, que por el momento en que se hará definitivo.

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