Matutina para Mujeres | Jueves 12 de junio de 2025 | A Jesús le importan los niños

Matutina para Mujeres | Jueves 12 de junio de 2025 | A Jesús le importan los niños

Escuchar esta entrada:

Matutina para Mujeres

«Jesús les dijo: ‘Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños’ » (Mateo 19:14).

Sentada frente a mí está con su vestido floreado, una flor en capullo que viene veloz para abrir sus pétalos al mundo. Ella tiene la cabeza baja, la mirada vacilante y, de vez en cuando, se acomoda detrás de la oreja ese fleco largo que no quiere quedar en su lugar. Aunque lindos, sus ojos están cargados de tristeza, su pequeño corazón con apenas once años ya no quiere vivir y le ha dicho a su madre que le ayude a morir. Minutos antes, su mamá me había pedido, en desesperada súplica, que hablara con su hija, con la esperanza de que algo, aunque fuera poco, pudiera hacer yo por ella. Así que ahí estoy, sin saber qué decir para sanar sus heridas, para devolverle la vida y las ganas de luchar. Nunca me había sentido tan impotente como ese día. Gloria a Dios que el Espíritu Santo nos susurra lo que habremos de decir, de lo contrario, diríamos solo sandeces.

¿Cómo es posible que una niña de esa edad quiera morir? Yo había escuchado esas palabras de jóvenes y adultos que, en lamentables casos, lograron su objetivo, pero nunca de una niña. Hacía dos meses que su abuelo, el hombre que fue para ella un padre, había muerto. Su etapa de duelo estaba como herida expuesta y le hacía pensar que la vida era mala por arrebatarle una parte de ella. Mientras sus lágrimas caían, me sentí miserable por no poder detenerlas.

Ante las crisis, no debemos suponer que los niños se recuperan pronto ni asumir que no entienden lo que está sucediendo. En lugar de dar por hecho que disfrutan la vida por estar en la niñez, deberíamos estar más atentos a sus necesidades y conflictos emocionales. Nuestras iglesias deberían ser una red de apoyo para los niños, un lugar donde ellos se sientan seguros de los infortunios que pueden vivir en la calle, su escuela y, en el peor de los casos, su propio hogar. Los motivos por los cuales un niño desea morir son diversos, pero igual de espantosos. ¿De qué manera puedes contribuir al bienestar de nuestros niños? No estorbemos su camino hacia el palacio celestial, hagámos que lleguen felices hasta allá.

Deja una respuesta