Matutina para Mujeres | Miércoles 24 de diciembre de 2025 | Como enemigas no vamos a vencer

Matutina para Mujeres | Miércoles 24 de diciembre de 2025 | Como enemigas no vamos a vencer

Matutina para Mujeres

«Si tienen envidias amargas y ambiciones egoístas en el corazón, no encubran la verdad con jactancias y mentiras. Pues la envidia

y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios. Dichas cosas son terrenales, puramente humanas y demoníacas. Pues, donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad» (Santiago 3:14-16).

Se presenta en un cuento de la Edad Media, el caso de dos caballeros que estaban al servicio del Infante don Enrique. Estos dos hombres eran muy amigos y se tenían bastante respeto, amistad que no existía entre los caballos de ambos. Los corceles se tenían un odio feroz y estaban resueltos a hacer crecer su rivalidad. Cansados los caballeros de tal situación, le pidieron a don Enrique que vendiera sus caballos al rey de Túnez para que estos fueran echados a la jaula de su león y así lo hizo.

Cuando los caballos se vieron juntos, comenzaron a pelear, como era su costumbre, y querer demostrar quién era el más fuerte y el mejor. De pronto, el león salió de su guarida y se dirigió hacia ellos. Los caballos, al ver al felino tan decidido al ataque, comenzaron a temblar de miedo y, poco a poco, se fueron acercando el uno al otro quedándose juntos a modo de protección. En un instante, ambos arremetieron con patadas

feroces contra el león, que no pudo asestar ni siquiera un rasguño. Desde entonces, los dos caballos perdieron la rivalidad que tenían y fueron tan amigos como ya lo eran sus dueños.

El texto de hoy nos habla acerca de la rivalidad que suele presentarse entre los de la familia del Señor y nos afirma que, donde exista este desagradable sentimiento, solo habrá falsedad, confusión y toda clase de mal.

¿Te parece que dos personas que se dicen llamar hijas de Dios pueden continuar en su servicio siendo rivales? Definitivamente no. Los caballos del cuento fueron desechados porque no podían ofrecer un servicio de

calidad mientras estuvieran en constante conflicto; ni siquiera podían estar juntos en el mismo lugar.

Querida amiga, al igual que los caballos, nosotras estamos en este mundo donde un león, enemigo de Dios, está esperando vernos separadas, peleadas y en rivalidad para poder atacarnos mientras estamos solas. La buena noticia es que, si queremos salir triunfantes, hoy podemos reconciliarnos con aquellas personas con quienes hemos estado en conflicto y luchar juntas en unidad. ¿Has pensado que podrías perder la entrada a la vida eterna mientras estés en enemistad con otra persona?

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