Matutina para Adolescentes | Domingo 11 de mayo de 2025 | Sanidad en la depresión

Matutina para Adolescentes | Domingo 11 de mayo de 2025 | Sanidad en la depresión

Matutina para Adolescentes

«El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido» (Salmo 34:18).

Aun en las profundidades de la depresión, existe un camino hacia la esperanza y la sanidad. La depresión puede arrojar una sombra oscura sobre tu vida, pero recuerda: Dios está cerca de los quebrantados de corazón. Incluso en tus momentos más bajos, su presencia puede iluminar los rincones más oscuros de tu ser.

Piensa en la historia de David, quien enfrentó su propia batalla contra la depresión, registrada en los Salmos. A pesar de sus luchas, David se aferró a las promesas de Dios y buscó refugio en su presencia. A través de la oración, el apoyo de la comunidad y un renovado enfoque en el amor de Dios, David descubrió la esperanza y la sanidad.

En tus momentos de desesperación, no dudes en derramar tu corazón ante Dios. Él siempre está listo para escucharte y consolarte. Tus clamores no caen en oídos sordos; Dios te entiende y se preocupa profundamente por ti. Así como David buscó refugio en Dios, también buscar ayuda profesional es un paso positivo en tu camino hacia la sanidad. Los terapeutas y los profesionales médicos pueden brindarte valiosa orientación y apoyo mientras superas la depresión.

La depresión puede oscurecer tu sentido de propósito, pero recuerda que Dios tiene un plan para tu vida. A medida que te acerques a él a través de la oración, la lectura de su Palabra y la conexión con una comunidad de fe, redescubrirás la esperanza, la alegría y tu sentido de propósito.

La depresión puede ser un camino desafiante. Recuerda que la sanidad y la esperanza están a tu alcance. Busca ayuda, aférrate a tu fe y ten la certeza de que Dios está cerca, incluso en medio de tu depresión. Le importas a Dios y él desea sanarte. ¿Lo aceptas?

Oración: Señor, pido tu consuelo y tu guía para quienes batallan con la depresión, y que hallen esperanza y alegría en ti.

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