«Escogieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, quienes tenían buena reputación entre los hermanos» (Hechos 15:22).
Silas fue un compañero dedicado en el ministerio que trabajó junto al apóstol Pablo. Su compromiso de difundir el evangelio y soportar las dificultades sirve como testimonio del valor del compañerismo fiel en el ministerio. La vida de Silas nos anima a encontrar un rol como compañeros en la fe y a abrazar los desafíos del ministerio con fe profunda.
Compañerismo en el ministerio. Podemos aprender de Silas que trabajar juntos por un propósito común puede tener un impacto mayor que trabajar solos. Eclesiastés 4:9 y 10 lo enfatiza con estas palabras: «Mejor son dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!»
Perseverancia en el ministerio. Silas y Pablo enfrentaron muchas adversidades durante sus viajes misioneros, pero perseveraron a través de los desafíos. Este principio nos anima a perseverar en nuestro camino de fe y a superar los obstáculos con determinación.
Servicio a los demás. La dedicación de Silas al ministerio refleja la importancia de servir a los demás. Así como Silas, se nos llama también a nosotros a usar nuestros talentos y recursos para apoyar la difusión del evangelio.
Silas, el fiel compañero en el ministerio, nos enseña sobre la importancia del compañerismo, la perseverancia y el servicio en nuestros viajes de fe. Al seguir el ejemplo de Silas, podemos convertirnos en socios eficaces en el ministerio y enfrentar los desafíos con una mucha fe.
Oración: Padre celestial, te doy gracias por el ejemplo de Silas, quien colaboró fielmente en el ministerio. Dirige mi mente a las personas con las que me puedo unir a fin de trabajar juntos para compartir con otros la buena noticia de tu pronto regreso.
