Respetemos las instrucciones
“Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento” (Génesis 1:29).
¿Has notado que todas las cosas tienen sus instrucciones? Ya sea que se trate de un celular, una licuadora o cualquier juguete, viene con instrucciones en un manual o en la caja. Allí se detallan las formas de cuidarlo, cuál es su fuente correcta de suministro o energía, etc. Si respetas las instrucciones, el equipo durará más tiempo funcionando bien.
Hace unos años, viajando por una ruta casi desértica, notamos con preocupación que el tanque de nafta del auto estaba casi vacío. ¡Qué problema! Entonces, vimos con alegría que había una estación de servicio. Pero qué decepción fue enterarnos de que ahí no vendían nafta, sino un combustible llamado “alconafta”. Para empeorar, los empleados del lugar nos dijeron que no había más estaciones de servicio en esa ruta. ¿Qué hacer? El manual del auto decía claramente que el combustible indicado era nafta. Nada más.
Razonamos que, dadas las circunstancias, cargaríamos alconafta para poder llegar a la ciudad que distaba todavía varios kilómetros más. Resultado: logramos llegar, pero notamos que el motor ya no funcionaba como antes, y finalmente se paró. Cuando nuestro mecánico lo revisó, nos dijo que el motor había sufrido daños irreparables en ciertas partes como consecuencia de haber cargado un combustible incorrecto.
¿Sabías que nuestro cuerpo también posee un manual de instrucciones sobre el “combustible” correcto que necesita? Es el versículo de hoy. Léelo.Yo sé lo que estás pensando. Comer vegetales y frutas no es tan divertido y emocionante como comer golosinas, hamburguesas, helados y muchas otras cosas que no son verdaderos alimentos. Y Dios te da libertad. Si quieres, puedes comer cosas “divertidas”. Pero será como cargarle alconafta a un auto naftero, o enchufar en 220W un artefacto de 110W. Lo arruinaremos.
¿Qué te parece empezar de forma gradual a seguir las instrucciones de nuestro Creador? El gusto por los alimentos sanos se puede cultivar. Puedes aprender a disfrutarlos. Pero necesitas estar decidido. ¡Y Dios te bendecirá en tus esfuerzos!
Gabriela