¿Jesús o Barrabás?
«Y estando ellos reunidos, Pilato les preguntó: “¿A quién quieren ustedes que les ponga en libertad: a Jesús Barrabás, o a Jesús, el que llaman el Mesías?”». Mateo 27: 17
Erich Fromm escribió: «Cuanto más tiempo sigamos tomando decisiones equivocadas, más se endurecen nuestros corazones. Cuantas más veces tomamos decisiones acertadas, más se ablanda nuestro corazón, o mejor dicho, más vida adquiere». Si hubo alguien que conoció en carne propia el resultado de las decisiones erradas y también de lo que significa la expresión «Jesús murió por mí» fue Barrabás. Él dirigió una especie de grupo rebelde que había formado una revuelta en la que también cometió un homicidio (ver Marcos 15: 7), probablemente de un soldado romano. Barrabás era un ladrón habitual. Junto con sus compañeros había aprovechado las circunstancias nacionales para conseguir seguidores (que lo creían una especie de libertador) y promover un movimiento subversivo. Así fue capturado y sentenciado a muerte en la cruz por asesinato y sedición.
Elena G. de White escribe acerca de Barrabás: «Este hombre había aseverado ser el Mesías. Pretendía tener autoridad para establecer un orden de cosas diferente para arreglar el mundo. Dominado por el engaño satánico, sostenía que le pertenecía todo lo que pudiese obtener por el robo. Había hecho cosas maravillosas por medio de los agentes satánicos, había conquistado secuaces entre el pueblo y había provocado una sedición contra el gobierno romano. Bajo el manto del entusiasmo religioso, se ocultaba un bribón empedernido y desesperado, que solo procuraba cometer actos de rebelión y crueldad» (El Deseado de todas las gentes, p. 695). Las malas decisiones endurecieron su corazón y lo llevaron a la ruina.
Pero en esos días, Jesús fue vendido por Judas, capturado y juzgado por Herodes y por Pilato. Este último decidió poner en vigencia la amnistía pascual, que consistía en liberar a un preso elegido por la multitud.
Fue así como mandó a traer a Barrabás e hizo la pregunta del texto de hoy. Esa pregunta se repite eternamente, en todos los siglos, a cada ser humano. Todos debemos responderla. «¿A quién quieren ustedes?». Barrabás es símbolo de una humanidad perdida, presa y encadenada por el pecado, condenada a morir. Pero Jesús, quien tomó la cruz de Barrabás, representa la provisión que Dios hizo para librarnos de la muerte eterna.
Decisiones. ¿A quién escogerás? ¿Qué vida seguirás? En estos momentos estás en la época de tu vida en la que tus decisiones marcarán tu futuro. Por eso, hoy debes tomar la decisión correcta. @Jesús te dice: «Escógeme a mí, yo morí para darte vida eterna».
