Domingo 10 de Abril de 2022 | Matutina para Mujeres | La fe crece aquí

Domingo 10 de Abril de 2022 | Matutina para Mujeres | La fe crece aquí

La fe crece aquí

“Lo hice así para que ustedes no confiaran en la sabiduría humana sino en el poder de Dios” (1 Cor. 2:5, NTV).

A ambos costados del autobús se veían plantaciones de palmeras datileras. “El suelo más árido produce los dátiles más dulces”, dijo nuestra guía turística. “Por eso Israel tiene los dátiles más deliciosos del mundo”. Por extraño que parezca, el terreno arenoso y el calor agobiante son ideales para producir dátiles dulces. De igual forma, la incertidumbre es el terreno ideal para que crezca la fe.

Algunas veces me gustaría que Dios actuara como un GPS. Me gustaría saber de antemano la ruta exacta por la que voy a ir y cuánto tardaré en llegar a destino. Al igual que un GPS, me gustaría poder reprogramar la ruta cuando Dios me conduce por un lugar que no me agrada. Muchas veces estoy convencida de que si tuviera más control e información sobre mi futuro, sería más feliz.

Pero Dios, en su infinita sabiduría, solo me da luz para el escalón en el que estoy parada, para este paso. En Just Enough Light for the Step I’m On [Solo la cantidad de luz suficiente para el paso en el que estoy], la escritora cristiana Stormie Omartian dice: “El Espíritu Santo desea que nos volvamos más y más dependientes de él para cada paso. Porque desea llevarnos a lugares donde nunca hemos estado. ¡Alturas que no podemos imaginar!”

Si yo estoy al control, mi vida nunca llegará a esas alturas. Si yo decido, voy a tomar la opción más segura y sencilla, la más cómoda. Pero los músculos y la fe solo crecen cuando los exigimos. “Lo desconocido no es tan aterrador cuando nos damos cuenta de que nuestro Dios omnisciente está allí”, agrega Omartian. Cuando damos el paso de fe, avanzando hacia lo desconocido, nuestra zona de confort crece y el miedo se desvanece.

Si sabemos lo que sucederá, no necesitamos fe. Por eso, la incertidumbre es el terreno ideal para que crezca la fe. No quiero que el miedo y la comodidad determinen la ruta de mi vida. Jesús, te cedo el control. No sé lo que vendrá, pero sé que tú estás allí. Estás presente en cada día de mi futuro, alumbrando mi incertidumbre con la luz de tu presencia, con el fuego santo de tu amor. Tú estás conmigo todos los días, hasta el fin de la historia. Y cuando los días se transformen en eternidad, aun allí me guiarás.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Ingrid

    Amen, cuando mis diss se transformen en eternidad, aún allí me guiaras.

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