Domingo 18 de Diciembre de 2022 | Matutina para Adolescentes | Nace Charles Wesley

Charles Wesley

Nace Charles Wesley

“Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra; masa ti no llegarán” (Salmo 91:7, RVR 95).

La Edad Media fue una época aterradora para vivir. La gente no tenía educación: no sabían ni leer ni escribir, y conocían muy poco del mundo que los rodeaba. La enfermedad y la pobreza eran parte de la vida cotidiana, y la esperanza de vida era de unos treinta o cuarenta años. Los tiempos eran difíciles y la mayoría de la gente tenía pocas esperanzas de que las cosas mejoraran en el futuro. La nobleza era dueña de la tierra, y los campesinos eran tan pobres que podían ser vendidos junto con la tierra en la que trabajaban.

Como la oscuridad espiritual reinaba en todas partes, el mundo estaba listo para un despertar religioso. Por eso, cuando la Reforma Protestante comenzó en el siglo XVI, la sociedad europea empezó a cambiar. Por primera vez en mucho tiempo, la gente comenzó a pensar por sí misma. Las supersticiones de la Edad Media fueron dando paso al conocimiento y a la ilustración. Y con esto, llegaron grandes líderes, hombres y mujeres que no temían enfrentarse a la Iglesia de Roma. Charles Wesley fue uno de esos hombres. El 18 de diciembre de 1707, nació este reconocido reformador y cofundador de la Iglesia Metodista. Charles escribió más de 6.500 himnos; algunos de los más famosos que aún se utilizan son “Se oye un canto en alta esfera”, “Dicha grande” y “Cristo ha resucitado”.

John Wesley, hermano de Charles, fue el primero en ayudar a fundar la Iglesia Metodista. Hicieron muchos viajes juntos y, a pesar de los peligros a los que se enfrentaron, se salvaron de la muerte muchas veces. Tormentas en el mar, persecución por parte de los líderes de la Iglesia imperante y turbas furiosas fueron utilizadas por Satanás para desanimar a los dos hermanos Wesley. A veces, los ángeles venían en forma de hombres y los protegían de las multitudes poseídas por el demonio. En una ocasión, un mafioso lanzó un ladrillo y golpeó a John directamente entre los ojos. Le salió sangre a borbotones, pero John dijo que se sentía como si solo lo hubiera golpeado un trozo de paja.

¡Qué valor! Estos reformadores cristianos eran hombres pobres y no pedían cosas de este mundo para ser felices. Su satisfacción la obtenían ayudando a los demás y difundiendo el evangelio. Una famosa oración que los hermanos utilizaban a menudo decía:

“Señor, ayúdame a hacer todo el bien que pueda, por todos los medios que pueda, de todas las maneras que pueda, en todos los lugares que pueda, en todos los tiempos que pueda, a todas las personas que pueda, mientras pueda”. La iglesia cristiana actual debe mucho a Charles y a John Wesley.

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