Domingo 23 de Enero de 2022 | Matutina para Jóvenes | Dos o tres reunidos

Domingo 23 de Enero de 2022 | Matutina para Jóvenes | Dos o tres reunidos

Dos o tres reunidos

«Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Mateo 18: 20

Se estaba llevando una serie de reuniones de evangelización en San Pascual, Antioquia, un pueblo enclavado en las montañas. El caserío había sido construido en el lomo de una cordillera, con una sola calle y las casas ubicadas a ambos lados, casi en el vacío. Pero la predicación de la verdad, como a menudo ocurre, estaba levantando malestar en las autoridades religiosas del pueblo, y desde el altar de las otras iglesias se advertía del mensaje que se estaba predicando y se pedía no asistir a las reuniones ni abrir las puertas al expositor, porque era «un enviado del diablo».

Una noche el programa inició como de costumbre. Por la configuración del lugar, el predicador quedaba de espaldas a la puerta principal. Aquella noche comenzó su exposición igual que cada noche. Al mismo tiempo, observaba el rostro de los asistentes para asegurarse de que estaban comprendiendo lo que decía.

Repentinamente, el predicador observó un cambio abrupto en los rostros de la audiencia. El espanto se apoderó de todos. El no entendía lo que estaba pasando ¿será que había dicho algo ofensivo? No, todos miraban con terror hacia la puerta del local. Cuando se volteó, vio a un hombre con un machete, tratando de meter su caballo al local y blandiendo su arma contra el predicador.

El hombre espoleó al caballo para que avanzara. El brioso animal obedeció la orden de su jinete y avanzó, introduciendo la cabeza y la mitad del cuerpo en el local. Pero repentinamente retrocedió de manera precipitada, como si hubiese observado algo que le produjo terror. El jinete picó de nuevo al caballo con la espuela, pero el animal se resistió. Entonces Mercedes, la dueña del local, corrió hacia la puerta, la cerró de golpe y la aseguró con un fuerte madero. El hombre reaccionó con violencia y descargó toda su furia y frustración dándole machetazos a la puerta y lanzando toda clase de improperios contra los que estaban dentro. Pero al final se rindió, y aquella y todas las demás noches la verdad se proclamó en San Pascual.

La promesa de @Jesús sigue vigente hoy: «Donde hay dos o tres en mi nombre, ya sea bajo techo o por Zoom, como pasó durante la pandemia, yo estoy ahí. Mi presencia te protege y mi verdad transformará tu corazón».

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