Domingo 28 de Noviembre de 2021 | Matutina para Adolescentes | ¡Oye, tú, partícula diminuta!

Domingo 28 de Noviembre de 2021 | Matutina para Adolescentes | ¡Oye, tú, partícula diminuta!

¡Oye, tú, partícula diminuta!

“¿Eres tú quien mantiene juntas a las Pléyades y separadas las estrellas de Orión?” (Job 38:31).

Cuando mires el cielo nocturno, observa la gran variedad de estrellas. Trata de hacerlo lejos de las luces de la ciudad, preferiblemente en el campo o la playa. Observa bien y notarás que todos esos pequeños puntos no son realmente puntos. Todos son soles. Esa enorme cantidad de soles inmensos parecen pequeños puntos para nosotros. Están a millones de años luz de distancia. Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, que equivale a unos 9.461.000.000.000 kilómetros, aproximadamente.

De esos cuerpos celestes, el más cercano a la Tierra es Próxima Centauri. Se trata de una estrella bastante similar a nuestro Sol, tanto en masa como en otras características, que se encuentra a solo 4.22 años luz de distancia. Si de alguna manera pudiéramos superar las leyes de masa y energía, llegaríamos a ella en poco menos de cinco años. El problema es que ese “si” es enorme. Hasta ahora es imposible llegar allí. Tan solo tratar de tomarle una fotografía produce un punto borroso que enloquece a los especialistas de la NASA.

Y tú, que estás aquí, sentado en el planeta habitado más solitario del universo, ¿crees que tu oración puede llegar a Dios? Para que comprendas un poco las perspectivas, tu grito más fuerte solo puede escucharse a unos pocos metros de distancia antes de que te quedes ronco. ¿Por qué Dios lo hizo así? ¿Por qué colocó todas esas estrellas tan lejos de nuestro alcance? ¿Por qué el ingenioso Dios de la creación, que fue capaz de salpicar el vacío con tantas magníficas orbes, crearía nuestro mundo para luego ubicarse en una posición inaccesible para nosotros? ¿Por qué nos dejaría tan solos? ¿Por qué nos puso en esta especie de isla, como abandonados, huérfanos de su divina presencia?

Quizá sea porque el espacio y el tiempo no significan nada para Dios. O tal vez porque quiere que entendamos que aunque somos infinitamente pequeños, también somos infinitamente valiosos para él. Algunos suponen que estamos atrapados aquí, solos, como consecuencia del pecado. Debido a que la Tierra es la sede de Satanás, el espacio actuaría como una zona de contención para proteger a los otros planetas no caídos. También podría tratarse de otra estrategia más de nuestro Creador para hacernos ver cuánto lo necesitamos.

Recuerda que el Creador de las estrellas y del cosmos también te creó a ti. Antes de sentirte pequeño y solo en esta enorme galaxia, ten en cuenta que Aquel que diseñó y construyó este lugar sabe exactamente dónde estás.

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