Salió en las noticias
“Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia” (Proverbios 16:8, NVI).
Carlos Roberto López es taxista desde hace un poco más de diez años. En el momento de esta historia estaba pasando por una situación difícil. Tenía ocho hijos, y uno de ellos padecía de una enfermedad pulmonar crónica, que requería un tratamiento largo y costoso. Ya de por sí el mantener una familia numerosa era un trabajo arduo y difícil para Carlos, y ahora tenía el peso extra de la enfermedad de uno de sus hijos.
Cierto día de trabajo, se subió a su taxi una señora con su pequeño hijo y le pidió ir al Hospital de Niños de La Plata. El viaje se realizó sin contratiempos hasta que llegaron a destino. La señora pagó y se bajó junto a su hijo en el hospital, sin darse cuenta de que en el auto había quedado un sobre que contenía los papeles para la internación del pequeño y 23.000 pesos argentinos para pagar los costos de dos meses de tratamiento.
Cuando Carlos llegó a su parada habitual para esperar más pasajeros, se percató del sobre en el asiento trasero. Lo revisó y encontró esa suma de dinero. Ahora, piensa lo siguiente: teniendo una familia numerosa y con uno de los hijos que requería un tratamiento largo y costoso, ¿no le hubiera venido bien ese “regalo inesperado” a Carlos? ¿Tú qué hubieras hecho en su lugar al encontrar el sobre?
¿Sabes qué hizo él? Se comunicó con la base e informó que regresaba al hospital. De la base le contestaron que una señora había llamado de allí diciendo que creía haberse olvidado un sobre en el taxi. Cuando Carlos llegó al hospital comenzó a subir al piso de internaciones y encontró en la escalera a la señora llorando. Su hijito ya había sido internado. Cuando la señora vio a Carlos lo abrazó y no paraba de agradecerle. Ese día, el 7 de julio de 2017, Carlos se convirtió en noticia en Argentina.
Varios medios fueron a entrevistarlo a él y a sus compañeros. ¿Cuál fue su respuesta cuando le preguntaron por qué lo devolvió? Él simplemente dijo:
–Era lo que tenía que hacer. No lo dudé ni un instante.
Y sus compañeros dijeron que no les sorprendía la honestidad de Carlos; es más, dijeron que “era muy propio de él”. Sin dudas, Carlos vivía de acuerdo con el versículo de hoy. Amiguito, ¿se podría decir lo mismo de ti? Pídele hoy a Dios ser íntegro siempre.
Gabriela
Gracias a Dios por mandar matutina