Comienza la manía de los Beatles
“No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3, RVR 95).
El 13 de octubre de 1963, aparecieron los Beatles en el teatro London Palladium. En ese día comenzó la “Beatlemanía”, que se difundió por toda Inglaterra. Aunque la popularidad de los Beatles había crecido de forma constante a lo largo de 1963, su aparición en el London Palladium llevó a que se fijaran en ellos los principales medios de comunicación. De la noche a la mañana, el término “Beatlemanía” se adoptó para describir las multitudes de fanáticos que gritaban.
Tonight at the London Palladium [Esta noche en el London Palladium] era un programa de entretenimiento que atraía regularmente a enormes audiencias de la televisión británica de hasta 15 millones de personas. La competencia por aparecer allí era feroz, y los Beatles no se arriesgaban. Habían pasado gran parte de la noche anterior ensayando sus números. La noche en que aparecieron brevemente al principio del programa, se anunció: “Si quieren verlos de nuevo, volverán en cuarenta y dos minutos”. Y así fue. Los Beatles encabezaron el cartel de esa noche, cerrando el espectáculo de una hora de duración con Paul McCartney pidiendo a todo el público que aplaudiera y zapateara mientras empezaban a cantar “Twist and Shout”. Los periodistas escribieron artículos apasionantes de primera plana sobre los gritos de los fanáticos.
Así se confirmó el nuevo fenómeno llamado Beatlemanía, que dominó las radios y la prensa durante años. John Lennon dijo a un periodista londinense: “El cristianismo desaparecerá. Se reducirá y desaparecerá. No hace falta que lo discuta: Tengo razón y se me dará la razón. Ahora somos más populares que Jesucristo; no sé qué desaparecerá primero: el rock and roll o el cristianismo. Jesús estaba bien, pero sus discípulos eran torpes y ordinarios”.
Y, ¿qué fue finalmente de los Beatles?
John Lennon fue asesinado a tiros el 8 de diciembre de 1980, frente a su apartamento en Nueva York. George Harrison murió el 29 de noviembre de 2001 de un tumor cerebral. Se lo conocía como el Beatle tranquilo, y se dice de él que no cortejaba ni disfrutaba de la fama. Paul McCartney sigue escribiendo canciones y actuando. Ringo Starr ha continuado en la música y el cine.
Pero, el cristianismo no ha muerto. Nuestro Dios sigue reinando.