Experimentos sociales
“Un día Dios nos llamará a cuentas por todo lo que hayamos hecho, tanto lo bueno como lo malo, aunque creamos que nadie nos vio hacerlo” (Eclesiastés 12:14, TLA).
En la era de las redes sociales y de los youtubers, ha aumentado la cantidad de experimentos sociales que circulan por la web. Uno de esos experimentos que llamó mi atención se llevó a cabo en los Estados Unidos, y consistía en que un youtuber, filmado por una cámara oculta, caminaba por una vereda y hacía como que se le caía por accidente un billete del bolsillo sin que se diera cuenta. Y luego observaba la reacción de la gente que venía detrás de él. Primero hizo el experimento con gente bien vestida; y luego hizo el mismo experimento en veredas donde había algún mendigo. ¿Cuál crees que fue el resultado del experimento?
De las seis personas bien vestidas, solo una corrió a alcanzarle el billete a quien se le había caído. Y de los mendigos… ¡todos corrieron a devolver el billete! ¿Te sorprende el resultado? Sin dudas debemos resaltar la honestidad de los mendigos, que a pesar de sus necesidades, preferían tener la conciencia limpia y no quedarse con algo que no era suyo. Pero el experimento no terminaba ahí. Luego de ver la reacción de cada persona, el youtuber se acercaba a los que se habían quedado con el billete, les pedía que se lo devolvieran y les contaba que estaban siendo filmados… ¡Qué vergüenza para los deshonestos! ¡Pero qué orgullo para los íntegros!
Ahora quiero que pienses en ti. Si hubieras sido tú, sin saberlo, uno de los elegidos en este experimento, ¿qué habría quedado grabado en el video? ¿Habrías devuelto lo que no era tuyo? ¿O habrías elegido quedarte con un billete que sabías que pertenecía a otra persona? Reflexionemos en lo siguiente: ¿Cómo crees que habrían reaccionado las personas del experimento si hubieran sabido de antemano que estaban siendo filmadas u observadas?
¿Sabías que todos estamos siendo “grabados” cada día? No sabemos de qué manera, si escrita o en video, o de alguna otra forma desconocida para nosotros; pero sí sabemos que en el cielo todos tenemos un registro exacto de nuestra vida, que en algún momento veremos junto a Dios. Vuelve a leer el versículo para hoy. Tendremos que dar explicaciones aun de las cosas que hicimos pensando que nadie nos veía.
¿Cómo quieres que sea el registro de tu vida? ¡Ojalá esté siempre limpio y caracterizado por la integridad!
Gabriela