Jueves 21 de Abril de 2022 | Matutina para Mujeres | Críticas

Críticas

“Todos se unieron contra Moisés y Aarón y les dijeron: —¡Ustedes han ido demasiado lejos! El Señor santificó a la comunidad entera de Israel y él está con todos nosotros. ¿Qué derecho tienen ustedes para actuar como si fueran superiores al resto del pueblo del Señor?” (Núm. 16:3, NTV).

Coré era primo hermano de Moisés. Su familia tenía un rol elevado dentro de la tribu de los levitas: eran los encargados de cargar los muebles del Tabernáculo. Sin embargo, Coré no estaba satisfecho y codiciaba el sacerdocio. Reuniendo 250 príncipes de la congregación, incitó una rebelión para acusar a Moisés de arrogarse el liderazgo del pueblo y creerse mejor que los demás. ¿Qué fue lo primero que hizo Moisés frente a esta terrible acusación, ante esta campaña pública para destruir su reputación? Caer de rodillas. ¡Orar! Los cuarenta años que Moisés guió al pueblo de Israel por el desierto estuvieron llenos de críticas y murmuraciones contra él y contra Jehová. Los israelitas murmuraron en Mara por la falta de agua (Éxo. 15), y de nuevo en Refidim (Éxo. 17). Se quejaron por la falta de comida en el desierto de Sin (Éxo. 16), y pidieron carne en Taberá (Núm. 11). Cuando los espías regresaron de la Tierra Prometida, trayendo mayormente un informe negativo, el pueblo quiso apedrear a sus líderes (Núm. 14). Vez tras vez, ante cada crítica, Moisés se humilló ante Dios y pidió ayuda para manejar la crisis.

Muchas veces, cuando me critican, me pongo a la defensiva. Reacciono primero y oro después. En Patriarcas y profetas, leemos que Moisés, sin embargo, “no hizo esfuerzo alguno para justificarse. En presencia de la congregación, apeló solemnemente a Dios como testigo de la pureza de sus motivos y la rectitud de su conducta, y le imploró que lo juzgase”. Luego de orar y recibir instrucciones de Dios, Moisés desafió a aquellos que aspiraban al sacerdocio a ir al día siguiente y ofrecer incienso en el atrio del Tabernáculo, a imponerse como sacerdotes. Entonces, Dios mismo resolvió el conflicto y destruyó a los 250 que osaron quemar incienso y a los líderes de la rebelión (Núm. 16).

Si hoy te enfrentas con críticas, sigue el ejemplo de Moisés: ora primero y reacciona después. Si Dios te revela que la crítica es cierta (o tiene un aspecto real), pide perdón y úsala para crecer. Si Dios te muestra que no lo es, pregúntale cómo manejar la crisis. Recuerda que Jehová es el mejor defensor de tu reputación.

Señor, cuando me toque enfrentarme con críticas y comentarios negativos, ayúdame a orar primero y reaccionar después. Dame un espíritu humilde, dispuesto a aprender. m

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