El amor que borra
“Pero si mi pueblo se humilla, y ora y me busca, y si al mismo tiempo abandona su mala conducta, yo escucharé en el cielo su oración, perdonaré sus pecados y los haré prosperar de nuevo” (2 Crónicas 7:14, TLA).
Estoy segura de que compartes conmigo que una de las épocas más emocionantes del año es cuando compramos los útiles para el nuevo año escolar. ¿Cómo olvidar esa época? A mí me emocionaba saber que después de tanto esperar por fin podía estrenar desde los colores, la cartuchera de dos pisos o su versión automática, en la que para abrirla bastaba apretar un botón.
El primer día de clases no puede faltar nada, y todo parece perfecto. Los compañeros lucen impecables, bien peinados y con los zapatos brillantes. Los libros y los cuadernos están forrados, y el olor a papel y lápices nuevos es generalizado. Los varones quizá llevan una mochila que tiene algún personaje animado; y las nenas, sus lápices de brillitos o su cartuchera multicolor. Todo eso hace que la escuela sea un lugar más acogedor.
Mira tu cartuchera. ¿Qué encuentras a esta altura del año? ¿Tus lápices siguen nuevos? ¿Están completos?
En mi caso, a estas alturas del año ya tenía todo gastado. Una de las cosas que más rápido se me gastaba era la goma de borrar. ¿Sabes por qué? Porque era pequeña, estaba aprendiendo y cometía muchos errores.
Cada vez que me equivocaba, borraba, y la goma de borrar se gastaba. “¡Oh, no! ¡Me equivoqué otra vez!”, era el suspiro que salía de mi alma cuándo por quinta vez borraba el mismo error cometido en mi cuaderno, y muchas veces gastaba tanto el papel que terminaba haciendo un hueco.
Todos fuimos creados para vernos como útiles nuevos al empezar el año escolar, pero en este mundo de pecado tenemos algo en común, ¡todos cometemos errores! Nos equivocamos mucho y nos vamos gastando. Cometemos errores al no obedecer a nuestros padres, al no tratar bien a nuestros amigos, al burlarnos de los demás, cuando peleamos o cuando decimos mentiras.
¿Cómo se pueden borrar estos errores? El texto de hoy nos dice que cuando cometemos esta clase de errores, debemos humillarnos y buscar a Dios en oración. Entonces desde el cielo, Dios escuchará nuestra oración y borrará todos nuestros errores. A diferencia de los útiles escolares, la goma de borrar de Dios nunca se acaba, ni provoca huecos en tu vida. Él te da la oportunidad de prosperar y volver a ser nuevo cada día. La humildad es lo que te permite ver el gran amor de Dios que todo lo borra.
Magaly