La primera bebé nacida por fecundación in vitro
“Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas” (Eclesiastés 11:5, NVI).
¡Es una niña! Se llama Louise Joy Brown, y su nacimiento, el 25 de julio de 1978, fue noticia en todo el mundo: la primera bebé del mundo concebida mediante fecundación in vitro. La primera bebé de probeta del mundo. Por supuesto, no pasó nueve meses en un tubo de ensayo. El óvulo de su madre fue fecundado por el esperma de su padre “in vitro”, es decir, en una placa de Petri, en condiciones muy especiales. Es una especie de último recurso para las parejas infértiles.
Es bastante sorprendente cuando se entiende que la concepción normal es una propuesta bastante incierta. El óvulo de la madre debe salir del ovario y nadar a través de un espacio abierto hasta la trompa de Falopio, por encima del útero, antes de encontrarse con el esperma que espera fecundarlo. Las probabilidades de que todo esté perfectamente alineado son bastante escasas. Y, sin embargo, esto ocurre miles de veces al día.
Por eso, el que nazca un bebé por fecundación in vitro es un verdadero milagro. Que los científicos hayan sido capaces de lograrlo es una maravilla de nuestra era moderna. Tras la fecundación in vitro, el óvulo debe implantarse en el útero de la madre, otro milagro. Nada de esto es barato y no hay garantías de que se produzca un embarazo. Todo ese trabajo para producir algo que, por otro lado, parece tan natural. Sin embargo, es una bendición para aquellos que anhelan ser padres.
Y aquí hay una actualización. Louise Joy tiene una hermana menor, Natalie, que también fue una “bebé probeta”. Y Natalie fue la primera bebé probeta que, años después, dio a luz ella misma, de manera natural. La fecundación in vitro es ahora algo habitual. Desde 1978 han nacido cientos de miles de niños mediante este procedimiento. Tras el nacimiento de Louise Joy, los médicos la observaron de cerca para ver si desarrollaba problemas debido a su fecundación in vitro. Pero fue una niña normal y feliz.
Que Dios pueda crearnos a todos a su imagen y semejanza es increíblemente alucinante, pero que nos haya formado con la capacidad de hacer pequeñas copias de nosotros mismos a su imagen y se