El viaje sin regreso
“Los pocos años que me quedan van pasando, y pronto emprenderé el viaje sin regreso” (Job 16:22).
Hace algunos días, iba viajando por una autopista. Después de haber pasado por una caseta de peaje, leí en letras grandes un anuncio que decía: “Carretera sin retorno”. Tan solo leerlo me produjo cierta ansiedad. Quería decir que, si por alguna razón teníamos que regresar, ya nos sería imposible hacerlo a partir de aquel punto. Realmente esas palabras te ponen a pensar.
Algunos aseguran que las decisiones que tomamos, en ciertos casos, son como caminos sin retorno; las consecuencias, a veces fatales y dolorosas, resultan imposibles de revertir. Es cierto que lo que hacemos o dejamos de hacer intencionalmente o por omisión dejará experiencias imborrables; solo ejercitando la voluntad podremos sobreponernos a ellas. Pero la buena nueva es saber siempre podemos volver en la dirección del camino que va hacia Dios. Él nos dará, bajo cualquier circunstancia, la oportunidad de volver a su lado y de retomar la ruta en el lugar donde la hemos perdido.
El final de un año y el comienzo de otro es un buen momento para reflexionar introspectivamente en nuestra vida, recordando los aciertos, los objetivos alcanzados, los errores cometidos, las experiencias fallidas y las decisiones desacertadas. Con honestidad y humildad, agradezcamos a Dios por los logros; con la misma actitud, bajemos la cabeza delante de Dios y supliquemos que nos permita retornar a la senda que él nos ha marcado, y recomenzar a su lado, tomadas de su mano.
Un nuevo año no solo es tiempo que tienes por delante; también es la oportunidad de revisar y cambiar actitudes, maneras de pensar, de actuar y de hablar, y de reconsiderar emociones. Cada minuto, cada hora y cada día se gana o se pierde, se crece o se mengua, se ama o se odia, se construye o se destruye; la decisión es personal, pero su trascendencia puede afectar a muchos.
Ten ánimo. Si necesitas retornar a Dios, este es el momento de hacerlo.
Que buen amigo nos es Cristo!. Su infinito amor, su maravillosa misericordia.🙇