Martes 03 de Mayo de 2022 | Matutina para Jóvenes | Sacrificio de paz

Sacrificio de paz

«Luego envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová». Éxodo 24: 5, RV95

En español, la palabra «paz» tiene sus orígenes en el vocablo latino pax. Puede definirse como un estado de bienestar, tranquilidad, estabilidad y seguridad opuesto a la guerra. La paz es deseable y sabemos que, para mantenerla, es necesario ser tolerante y abierto al diálogo, independientemente de nuestros valores o preferencias. La tranquilidad y la ausencia de sentimientos negativos (como la ira y la culpa) son consideradas un tipo de paz: la paz interior. Muchos cultos promueven las prácticas de reflexión y meditación para alcanzar ese estado. Hoy en día, donde el estrés prevalece y todo parece moverse a un ritmo acelerado, la paz interior es un estado deseable.

En la Biblia se menciona un «sacrificio de paz», que era un sacrificio voluntario que podía ofrecerse junto a una confesión o voto, o como una muestra de gratitud. Consistía en sacrificar un animal, una parte del cual era quemado; otra, comida por los sacerdotes; y otra, devuelta para ser consumida por quien presentaba la ofrenda. Una persona ofrecía una ofrenda de sacrificio de paz como una expresión de gratitud y como un medio de establecer compañerismo entre él y Dios. Debido a que simbolizaba paz con Dios, la persona que hacía la ofrenda podía comer parte de ella. Había tres razones para presentar esta ofrenda: Confesión (o acción de gracias); hacer voto y una ofrenda voluntaria.

La ofrenda de paz agradecía los beneficios recibidos, o los beneficios deseados. Expresaba armonía, salud, gozo, felicidad y comunión con Dios. Como mencionamos al principio de esta reflexión, la paz es un estado deseable, y si dicha paz es con Dios, mucho más. Por lo tanto, hoy debemos también procurar acercarnos a Dios y agradecerle lo que ha hecho por nosotros y, como el Israel de antaño, celebrar los beneficios que obtenemos del Creador.

Hoy más que nunca necesitamos «sacrificios de paz» que nos permitan tener jóvenes más agradecidos, más conscientes de lo mucho que hemos recibido y dispuestos a luchar por una sociedad mejor.

Hoy, al iniciar una nueva jornada @Dios te invita: «Ven y celebremos juntos tu crecimiento y el gozo y la comunión que existe entre tú y yo. Ofréceme un sacrificio de paz, te daré una idea de qué puede ser: tu corazón».

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