Martes 15 de Noviembre de 2022 | Matutina para Menores | Anillo de compromiso

Anillo de compromiso

“Jesús le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente’. . Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ ” (Mateo 22:37-39, RVR 95).

Cuenta una historia que un muchacho entró a una joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le presentó el mejor. La hermosa piedra solitaria brillaba como un diminuto sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Luego pidió el precio y se dispuso a pagar.

–¿Se va usted a casar pronto? –le preguntó el joyero.

–¡No! –respondió el muchacho–. Ni siquiera tengo novia.

La boca abierta de sorpresa del joyero y su cara de incertidumbre parecían divertir al joven. Por ello, explicó:

–Es para mi mamá. Cuando yo iba a nacer ella estaba sola. Alguien le aconsejó que me matara antes de nacer, así se evitaría muchos problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y pasó como le habían predicho: tuvo muchos problemas… ¡Muchos! Fue padre y madre para mí, fue amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que estoy en condiciones, le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que, si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella.

Quizás después entregue otro anillo de compromiso, pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Conmovido, ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento que se hacía nada más a los clientes importantes.

¡Qué hermosa lección de lealtad y compromiso dejó esa madre en el corazón de su hijo! Tú también, amiguito, si piensas en tu propia vida encontrarás motivos para estar agradecido. Primero con Dios, porque para él eres valioso; y no solo te da la vida, sino además quiere que seas parte de los salvados, de un pueblo que será la “joya” del universo por la eternidad. Seguramente tienes también padres, abuelos, tíos y hermanos que hacen muchas cosas por tu progreso en esta vida. Y también están tus profesores, amigos y todas aquellas personas que se interesan por ti y hacen de ti lo que eres hoy en día.

¿Qué tal devolver esa lealtad comprometiéndote tú mismo a hacer todo de tu parte para complacer a Dios, amar y obedecer a tus padres y a todos los que dieron todo de sí para tu bienestar?

Gabriela

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