Martes 21 de Junio de 2022 | Matutina para Jóvenes | Jugando a las escondidas con Dios

Jugando a las escondidas con Dios

«¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiría, lejos de tu presencia?». Salmo 139: 7

¿Jugaste a las escondidas en tu niñez? Todavía recuerdo la emoción que sentía mientras buscaba el «escondite perfecto» donde nadie pudiera encontrarme. Lamentablemente, o afortunadamente debiera decir, este juego no funciona con Dios. No podemos escondernos a nosotros mismos ni nuestras acciones de su presencia. Es normal que todos tengamos una parte oscura en nuestra vida que queramos mantener oculta, pero mientras no expongamos ese aspecto de nuestra vida al poder de Dios, no podrá ser alcanzada por su luz.

Si verdaderamente quieres ver el poder de Dios obrando en tu vida, entrégale todas tus debilidades. Mientras más grande sea la debilidad, más grande será la manifestación del poder de Dios en tu vida. Nosotros tratamos de ofrecerle a Dios nuestras fuerzas y las cosas más poderosas que tenemos, pero en Zacarías 4: 6 Dios dice: «No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso» (NVI). Si pensamos que podemos lidiar con nuestros problemas y debilidades por nosotros mismos, Dios nos dirá: «Correcto, trata de hacer lo que puedas con tus propias fuerzas», pero no llegaremos muy lejos. Pero cuando vamos a Dios y le pedimos su ayuda, él nos dice: «Yo sé que eres débil, yo conozco tus limitaciones, pero no te preocupes, porque mi poder se perfecciona en la debilidad, mi gracia te basta».

Aquel era su primer sábado en la iglesia como aspirante al ministerio. Estaba recién egresado de la facultad de Teología. Se levantó frente a la congregación e introdujo su tema con una confesión: «Quiero que sepan la verdad sobre mi vida. Fui a la escuela de teología para esconderme de las autoridades. Formaba parte de una banda de asaltantes. Después de uno de esos asaltos decidí esconderme camuflado entre los estudiantes de teología. No fui el mejor estudiante, no viví de la mejor manera. Al finalizar la carrera, enfrenté el dilema de seguir con mi vida antigua o empezar una nueva etapa. Esa es mi realidad, pero si ustedes me dan una oportunidad trataré de hacer las cosas bien con la ayuda de Dios». Por supuesto, la iglesia le dio la oportunidad, él supo aprovecharla y se dejó moldear por el Espíritu Santo. Hoy es uno de los obreros de más experiencia en ese lugar.

No sabes lo que enfrentarás esta semana, pero hoy @Dios te dice: «Yo estoy contigo, mi poder sobrepasará cualquier debilidad que enfrentes. Solo procura no esconderte de mí».

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