Martes 21 de Marzo de 2023 | Matutina para Jóvenes | Pasajes de agua

Pasajes de agua

Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Efesios 4:5.

Algunos de los momentos claves de la historia de esta humanidad tienen que ver con el agua. Recuerda el relato de Noé, el mundo se había inundado de violencia y maldad. Las personas se habían convertido en objetos o en animales. No había piedad y los influencers del momento enfocaban todo hacia la degradación del ser. Durante décadas se les advirtió de que ese no era el comportamiento para el que habían sido diseñados, que esos pecados los destruirían, que debían arrepentirse. Pero fue un mensaje infructuoso, apenas ocho personas se subieron al arca de la salvación. Llegó el Diluvio y todo comenzó de nuevo. Los pecados de aquella gente quedaron bajo el agua.

También puedes recordar el cruce del mar Rojo. No hay película o animación que pueda reflejar la inmensidad del momento. Cruzar entre inmensas columnas de agua sobre tierra seca fue una experiencia que jamás se olvidaría en la memoria del pueblo judío. Ver al ejército de Faraón siendo sepultado entre las olas del mar generó una imagen de justicia que impregnó sus relatos.

Juan escogió un lugar de aguas remansadas, en Betábara, para llamar a los judíos a la reflexión y el arrepentimiento. Era la zona por la que, siglos atrás, habían entrado a Canaán y, ahora, era el momento de salir. Salir de las tradiciones que impedían su crecimiento espiritual, de las normas que encorsetaban su religión, de la vida aferrada a los ídolos cotidianos sin el Dios de Vida. Era el momento de que los pecados quedasen bajo el agua. Y Jesús aprovechó todo lo que simbolizaba esa acción para emplearla de modelo. Y se bautizó. No necesitaba del perdón porque no era pecador pero, aun así, lo hizo. Sabía que nosotros lo necesitábamos y asumió el símbolo para que lo convirtiéramos en una práctica. También, para que comprendiéramos que solo uno salva, un solo Señor que, siendo inocente, se hace pecador por nosotros. Esa acción genera solo una fe, la fe en Cristo. La confianza en quien pasó por el agua por nosotros.

Si no te has bautizado es momento en que te aferres a ese símbolo. No hay experiencia mejor que abandonar tus pecados y empezar de nuevo. Si ya lo hiciste, es momento de que renueves tus votos, de que salgas de las tradiciones, de las normas o de los ídolos y te vuelvas a entregar a Jesús. Esa agua refresca como ninguna y, por si fuera poco, revitaliza el alma.

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2 comentarios
  • Gracias, por este hermoso ministerio. Dios les bendiga…
    Pueden ayudarme para saber ¿Cómo puedo hacer para compartir por whatsApp con mas de 100 amigos y familiares no adventistas…?
    V ivo en Venezuela y los servicios de internet no son muy rápidos…