Cinco segundos
“El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste” (Salmo 19:1).
¿Qué crees que sucedería si nuestro planeta se quedara sin oxígeno durante solo cinco segundos? ¿Nada? ¡Incorrecto! Si eso sucediera alguna vez, los efectos serían muy graves. En este corto período de tiempo, el sol causaría graves quemaduras en nuestra piel, ya que el oxígeno nos protege de los rayos ultravioleta; el cielo quedaría oscuro (incluso si fuera de día); los metales se unirían entre sí; los oídos de todos explotarían; el hormigón de los edificios se convertiría en polvo.
Cinco segundos, y el mundo se convertiría en un caos. Pero nunca te preocupaste por eso, ¿verdad? ¡Y no es necesario! Dios, el Creador del Universo, se ocupa de cada detalle. Sabe que cada pequeña molécula de oxígeno es importante para mantener todo en orden.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… Cada segundo, Dios sostiene el Universo con el poder de sus manos. Es solo por este poder infinito y por su amor ilimitado que la vida puede existir. ¿Qué tal si nos tomamos un tiempo del día para AGRADECER a Dios por este cuidado? No puedes verlo, pero ahora mismo él te está cuidando. ¡Agradece!
Mis palabras de gratitud a Dios:
