El mejor maestro
“Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy” (Juan 13:13).
Piensa en el mejor maestro que hayas tenido. Quizás el que contaba las mejores historias o el que hacía parecer muy fáciles los temas más complicados. Podría ser el que respondiera pacientemente a tus dudas o el que le gustara promover salidas y excursiones con el grupo. ¿Cuál elegirías como el mejor? Si se hiciera esta pregunta a Pedro, Andrés, Santiago, Juan y los demás discípulos, seguramente Jesús sería el elegido.
Los discípulos lo llamaban Maestro, y no por nada. Aprendieron mucho de sus enseñanzas. Sus parábolas simplificaban lo que parecía demasiado complejo. Su paciencia y su amor cautivaban a todos a su alrededor. Por lo tanto, siempre era seguido por una multitud. Todos querían escuchar lo que enseñaba.
No vivías en ese momento, pero aún puedes tomar clases con el Maestro Jesús, ¿sabes? ¡Qué privilegio! En el cielo, él será nuestro Maestro. Cosas que nunca podremos entender aquí serán explicadas allá. Caminaremos con él en medio de la naturaleza y aprenderemos preciosas lecciones.
¿Te cuesta entender quién es Dios? También revelará esta y muchas otras verdades que en la Tierra luchamos por comprender.
