Viernes 11 de Noviembre de 2022 | Matutina para Adolescentes | La guerra para acabar con todas las guerras

La guerra para acabar con todas las guerras

“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” (Juan 14:27, NVI).

El 11 de noviembre de 1918, terminó la Gran Guerra. Supuestamente, esa guerra que acabaría con todas las guerras y el mundo, finalmente, suspiró aliviado. Nunca en la historia de la tierra había habido tantas naciones involucradas a tan grande escala en una guerra. Había tantos países implicados que difícilmente podía considerarse otra cosa que una guerra mundial. Muchos de ellos no fueron instigadores, por supuesto, pero se vieron arrastrados por sus alianzas con los países que se habían unido en la lucha. Algunos historiadores afirman que fueron 32 los países, con sus imperios, territorios y colonias, que se unieron al conflicto, aunque no todos participaron en forma directa. Algunos dicen que hasta 100. Sorprendentemente, mucha gente en Europa celebró que su país se uniera a la guerra. Tristemente, pensaron que, en pocos meses, su país sería el ganador. Por supuesto, no fue así en absoluto.

Se la llamó la Gran Guerra hasta 1939, cuando comenzó el segundo conflicto mundial. Entonces, se convirtió oficialmente en la Primera Guerra Mundial. Aunque duró solo cuatro años, la Primera Guerra estuvo treinta años gestándose. Los principales instigadores fueron Austria, Hungría e Italia, y luchaban contra los Aliados, que incluían a Gran Bretaña, a Francia y a Rusia. Los Estados Unidos no se unieron al conflicto hasta la primavera de 1917.

Y entonces, en 1918, en el día 11 del mes 11, la Gran Guerra terminó. Esa mañana, Alemania firmó un acuerdo de paz con los Aliados en un vagón de ferrocarril al norte de París, Francia. La guerra dejó nueve millones de soldados muertos y 21 millones de heridos. Otros cinco millones de civiles murieron por enfermedad, hambre o exposición. Por desgracia, el tratado de paz que puso fin al conflicto no fortaleció a Europa. De hecho, fue una de las causas de la Segunda Guerra Mundial.

Jesús nos dijo que habrá guerras hasta el fin del mundo, y que estas serán señales de su segunda venida. Quizás, algunos de ustedes que están leyendo esto han vivido guerras u otros conflictos armados serios.

Si es así, saben que Dios cumple su promesa de estar con nosotros, pase lo que pase. El versículo de hoy nos recuerda que la única clase de paz con la que podemos contar es la que da Jesús personalmente.

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