Ser ejemplo
«Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación» (1 Pedro 2: 12, NVI).
LA MALA CONDUCTA ES ALTAMENTE REPROBABLE EN CUALQUIER ámbito, incluso en la ciencia. Los investigadores tienen una gran responsabilidad en sus manos y deben ser honestos. Una encuesta analizó datos de 99 instituciones académicas demostrando que el fraude en las investigaciones cientificas no es tan raro como se pensaba. De los encuestados, el 15% tenia conocimiento directo de la utilización de datos falsos o conocía casos de plagio (Ocurre cuando alguien copia un contenido que ha producido otra persona y no cita la fuente original) por parte de otros colegas. (Ocurre cuando alguien copia un contenido que ha producido otra persona y no cita la fuente original).
Al igual que los científicos, también nosotros cargamos con una gran responsabilidad: la de representar a Jesús ante quienes no lo conocen. La gente mira a los cristianos y espera ver a Cristo a través de ellos.
Oir hablar de Jesús, ciertamente muchos lo han oído, pero vivir con él y experimentar su amor no es algo tan común. Por eso, cuando decimos que somos cristianos, las personas esperan ver en nosotros un amor auténtico, preocupación por el prójimo, abnegación y un sentido de la propia valía sin superioridad ni orgullo, tal como lo demostró Jesús.
La Biblia resume bien la conducta que uno debe tener como cristiano: vivir de manera ejemplar y hacer buenas obras para que, al ser observadas, las personas glorifiquen a Dios:
Sé diferente y revela a los demás el poder transformador que tiene en tu vida el vivir con Jesús.