Fuerte de verdad
“Me salvó de enemigos poderosos que me odiaban y eran más fuertes que yo” (2 Samuel 22:18).
Imagina que tienes que enfrentar un gran peligro solo. Piensa en algo que te dé miedo y que sea realmente terrible de enfrentar. Para cada persona, la respuesta puede ser diferente. El miedo de una persona puede no causar nada en otra persona.
El versículo de hoy fue escrito por David después de que Dios lo liberara de enemigos poderosos. David no podía ganar solo y sabía que los enemigos eran demasiado fuertes para él. Se sentía débil. Sin embargo, el versículo ya comienza con una buena noticia: el Señor libró a David de sus adversarios.
¿Crees que él puede hacer lo mismo hoy? ¡Claro que sí! No importa cuán grandes o poderosos sean tus problemas; Jesús es más grande, más fuerte y más poderoso que cualquiera de ellos.
Al leer todo el capítulo del que se tomó el versículo de hoy, verás lo que escribió David sobre el poder de Dios. Con la fuerza del Señor, David sabía que podía incluso pasar “sobre el muro de sus ciudades” (vers. 30).
Imagina todo lo que puedes hacer hoy si permaneces al lado de Dios…
