En la balanza
“Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho; ¡proclamaré que solo tú eres justo!” (Salmo 71:16).
La balanza fue creada por la necesidad que tenían los pueblos antiguos de pesar objetos. Para intercambiar oro, por ejemplo, necesitaban un instrumento que pudiera definir el peso exacto del material.
Desde la antigüedad, la balanza se ha utilizado como uno de los símbolos de la justicia. Detrás de esta imagen está la idea de igualdad y equilibrio entre un delito y su castigo. Se hace justicia cuando la balanza está equilibrada, sin inclinarse hacia un lado o hacia el otro.
Si alguien comete un error, debe ser juzgado con justicia; ese es el papel de los jueces y los abogados. Desafortunadamente, el juicio no siempre se realiza correctamente. En nuestra sociedad, hay muchos casos en los que la justicia ha fracasado estrepitosamente, o se ha equivocado.
Una cosa de la que podemos estar seguros es que Dios nunca nos juzgará erradamente. Él es justo. Más que eso, él siempre está listo para escucharnos, perdonarnos y ayudarnos a tomar buenas decisiones. Así como ejerce su justicia para con nosotros, espera que hagamos lo mismo con las personas que nos rodean. ¿Qué te parece practicar esto hoy?