Matutina para Adolescentes | Lunes 24 de Marzo de 2025 | Firme en la alegría

Matutina para Adolescentes | Lunes 24 de Marzo de 2025 | Firme en la alegría

Firme en la alegría

“Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo” (Lucas 10:20).

A veces sentimos que estamos en la cima del mundo, mientras que en otras ocasiones los desafíos parecen abrumarnos. En medio de estos altibajos, es fundamental encontrar una fuente de alegría constante y profunda. En Lucas 10:20, Jesús nos muestra dónde encontrar esa alegría duradera.

En Lucas 10:20, Jesús les habla a sus discípulos después de que han regresado de una misión, emocionados por los milagros que han realizado. Les recuerda que la verdadera razón para alegrarse no es el poder que tienen, sino el hecho de que sus nombres están escritos en el Cielo. En otras palabras, les recuerda que su relación con Dios es lo más importante, mucho más que cualquier cosa que pudieran hacer en la Tierra.

Entonces, ¿qué lección podemos aprender de esto? La alegría no debe depender de nuestras circunstancias, logros o posesiones. En lugar de buscar alegría en cosas temporales, como el éxito escolar, la popularidad o las redes sociales, debemos encontrarla en nuestra relación con Dios, que es eterna y constante.

Imagina que estás en una montaña rusa. En la parte superior, sientes una emoción extrema; pero cuesta abajo, todo se vuelve oscuro y aterrador. La montaña rusa de la vida puede ser emocionante, pero también puede ser aterradora. La alegría que viene de Dios es como un ancla en medio de esa montaña rusa. Te mantiene estable y en paz, independientemente de lo que estés experimentando en un momento dado.

La alegría duradera no proviene de nuestras circunstancias externas, sino de nuestra relación con Dios. Mantente firme en la alegría que proviene de saber que eres amado y que tu nombre está escrito en el Cielo. Enfrenta los altibajos de la vida con confianza en la promesa eterna de Dios.

Oración: Querido Dios, te agradezco por la alegría que encuentro en ti.

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