«Y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente» (Hechos 11:26).
Bernabé, cuyo nombre significa «hijo de consolación», desempeñó un papel fundamental en la comunidad cristiana primitiva. Su historia refleja la importancia de estar al lado de los demás, creer en su potencial y empoderarlos para cumplir con su llamado en Cristo. A través de su ministerio, Bernabé no solo apoyó a Pablo, sino también animó a innumerables creyentes a crecer en su fe. ¿Qué nos enseña la Biblia sobre Bernabé?
Hechos 4:36 presenta a Bernabé como alguien que vendió un campo y llevó el dinero a los apóstoles. Su generosidad y su aliento eran evidentes en sus acciones. Nosotros también podemos aplicar este principio siendo una fuente de aliento en los círculos en que nos movemos y ayudando a otros necesitados.
Hechos 9:26 y 27 describe cómo Bernabé presentó a Pablo a los apóstoles cuando eran escépticos acerca de su conversión. Bernabé creyó en el potencial de Pablo, y dar testimonio de eso allanó el camino para uno de los viajes misioneros más influyentes de la historia. Tú también puedes ver el potencial de tus compañeros y ofrecerles apoyo.
Hechos 11:26 muestra a Bernabé asociándose con Pablo para enseñar y edificar a la iglesia en Antioquía.
¿Cómo puedes seguir este ejemplo? Muy fácil: busca a amigos y compañeros que puedan trabajar contigo y piensen en algún proyecto que puedan realizar que sea de bendición para otras personas en la escuela o la comunidad.
Tú también puedes tener un impacto significativo al ser una fuente de aliento, al creer en el potencial de quienes te rodean y al unirte a otros para trabajar juntos por el bien de las personas.
Oración: Padre celestial, gracias por el ejemplo de Bernabé. Dame constancia para seguir su modelo de aliento y empoderamiento.
