
Liderar con el ejemplo
“Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor” (Mateo 20:26).
Liderar con el ejemplo significa poner las necesidades de los demás antes que las nuestras, servir humildemente y mostrar el amor de Cristo a través de nuestras acciones. Es una forma de vivir nuestra fe y acercar a otros a Cristo. ¿Cómo se ve esto en el día a día?
Demostrar integridad. Proverbios 11:3 nos recuerda: “A los justos los guía su integridad; a los infieles los destruye su perversidad”. Liderar con el ejemplo requiere una integridad inquebrantable y un carácter que se asemeje al de Cristo, ya que nuestras acciones hablan mucho sobre nuestra fe. Es un reflejo de nuestro compromiso de seguir a Jesús de todo corazón.
Inspirar mediante acciones. 1 Timoteo 4:12 dice: “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, en amor, fe y pureza”. Liderar con el ejemplo significa ser una inspiración para otros a través de nuestras palabras y acciones y reflejar a Cristo en todos los aspectos de nuestra vida. Se trata de vivir de manera que atraiga a otros a la belleza del amor y la gracia de Dios.
Liderar con el ejemplo implica servir con humildad, mantener una integridad inquebrantable e inspirar a otros a través de nuestras acciones; es un llamado a reflejar el amor y el liderazgo de Cristo en nuestra vida diaria, influenciando a quienes nos rodean a seguir su camino.
Oración: Padre amado, ayúdame a liderar con el ejemplo, tal como lo hizo tu Hijo Jesús.