¡Solo él te conoce tanto!
“Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen” (Juan 10:27).
Piensa en tu mejor amigo. A él te animas a contarle todo. Andan juntos, hablan de varios temas, sus familias se conocen, sabes lo que a él no le gusta, y él también conoce tus preferencias. Les gusta pasar tiempo juntos. Dicen que un verdadero amigo es aquel que sabe quién eres, y aún así te sigue eligiendo.
Continúa pensando en tu mejor amigo. ¿Alguien podría conocerte mejor que él? Sí, Dios. ¿Hay algo que desearías que Dios no supiera? ¡Dios sabe todo acerca de ti! En 2 Timoteo 2:19 leemos que “el Señor conoce a los que le pertenecen”.
¿Recuerdas lo que ni siquiera le cuentas a tu mejor amigo? Dios lo conoce. Él sabe cosas que incluso tú no sabes sobre ti mismo. Y lo bueno es que eso que dicen de un verdadero amigo funciona con Dios: él sabe todo acerca de nosotros y aún así continúa amándonos mucho.
¿Qué le quieres contar a Dios?