El mejor equipo
“¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!” (Romanos 8:31).
En algún partido en el colegio o en un juego con tus amigos, ¿alguna vez has tenido que elegir un equipo? Si esto te ha sucedido, sabes muy bien que para formar un equipo ganador es necesario elegir a los mejores jugadores. Y así sucede siempre: se eligen primero los “más fuertes”, y luego, uno a uno, se eligen los demás.
Si nuestra vida fuera vista como un juego, ¿cómo te sentirías al saber que Dios es parte de tu equipo? ¿Tendrías alguna duda de que tu equipo saldría victorioso? La verdad es que eres el responsable de elegir quién formará parte de tu vida. Al elegir a Dios primero, tienes la victoria garantizada. El versículo de hoy nos recuerda que nadie estará contra nosotros si estamos del lado de Dios.
Eleva a Jesús a la posición más importante de tu “equipo”. En tiempos difíciles, su poder y su habilidad deciden el juego de la vida y dan la victoria a sus hijos. Con él, ningún rival tendrá opciones contra tu equipo. ¡Créelo!