Va a rebosar
“Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar”. Salmo 23:5
¿HAS OÍDO ALGUNA VEZ LA EXPRESIÓN «FUE LA GOTA QUE COLMÓ el vaso»? Se emplea para mostrar que una situación ha llegado a su límite y se ha «desbordado». El experimento de hoy está relacionado con esto.
Necesitarás un vaso, una jarra de agua y monedas. Vierte agua en el vaso hasta falten unos pocos milímetros para llenarlo. Añade con cuidado Molas monedas en el vaso, una a una. Al hacerlo, observarás que agua sube hacia el borde del vaso, pero no rebosa.
Este fenómeno se llama tensión superficial. Se produce debido a la fuerza de atracción entre las moléculas del líquido, que hace que la capa superficial se comporte como una membrana elástica que impide que se desborde.
En contraste con el experimento de hoy, el versículo que leemos dice que Dios puede hacer que nuestra copa rebose. ¿Qué significa esto? Que nada puede detener las bendiciones de Dios en la vida de quienes se entregan completamente a él. Las misericordias de Dios no tienen fin. No se limitan a la provisión de alimentos y bienes. Dios promete darnos amor, paz, alegría y todo cuanto necesitemos.
Pero ¿por qué algunas personas pueden recibir las bendiciones de Dios y otras no? El pecado puede tapar nuestro cáliz e impedir que Dios lo llene por completo.
¿Cómo está tu cáliz (CORAZÓN)? No dejes que nada en la tierra te impida recibir todo lo que Dios te puede dar. La lista es larga: amor, perdón, alegría, paz, bondad, misericordia, felicidad… ¡TU VIDA VA A REBOSAR!