Matutina para Adolescentes | Sábado 20 de Mayo de 2023 | Una nueva oportunidad

Una nueva oportunidad

“ ‘Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado’. Comenzaron la fiesta” (Lucas 15:24).

Cuando estuvo en la Tierra, Jesús contó muchas historias para enseñar lecciones importantes. Una de sus parábolas más conocidas es la de un hijo que tenía motivos para estar agradecido y feliz, pero que empezó a tener malas actitudes. Le pidió a su padre su parte de la herencia y, con dinero en el bolsillo, se alejó de la familia para “disfrutar de la vida”, según él lo entendía. Resultado: no le fue bien. Perdió todo lo que su padre le había dado y se quedó sin hogar, sin amigos, sin dinero y sin comida.

El hijo pródigo pasó por muchas situaciones malas porque era rebelde. Quienes así actúan encuentran difícil escuchar los buenos consejos que reciben, especialmente de sus padres. Además, son tercos y creen saber más que todos; entonces, creen que pueden hacer lo que quieran. La historia del hijo pródigo muestra claramente que la rebelión no vale la pena. El joven terminó en el “fondo del pozo”. Llegó al punto en que quería comer comida para cerdos para poder sobrevivir, pero ni eso podía hacer. Nadie lo dejaba.

¿Conoces a alguien que haya pataleado, que haya hecho berrinche, que haya sido terco y rebelde? Dile a esa persona que no vale la pena continuar con este tipo de comportamiento. Después de todo, la rebelión comenzó en el cielo, cuando Lucifer decidió pensar que sabía más que Dios y dijo que sus leyes no eran buenas y no debían ser obedecidas. El resultado de la primera rebelión fue terrible. La tercera parte de los ángeles fue expulsada del cielo, el pecado apareció en el universo y trajo muerte, tristeza y destrucción a nuestro planeta.

El hijo pródigo se arrepintió y tuvo otra oportunidad. Dios ofrece nuevas oportunidades para todos. Si has sido rebelde, aprovecha la oportunidad que Dios te da. Él está con los brazos abiertos esperándote, listo para organizar una fiesta.

Comparte este devocional
Deja tu comentario